No hay mucho qué decir.  Es Halloween.  Y ella puede ser la campeona al mejor disfraz, ¿no crees? Una pequeña de dos años caminando sin cabeza es capaz de aterrar a cualquiera.    UNA FIESTA EXCOMULGADA

Hace cinco años, el vocero de la diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vega, pidió a los fieles rescatar y mantener las tradiciones de orar por todos los santos y los fieles difuntos, frente al Halloween. En conferencia de prensa, señaló que este festejo extranjero no es más que una expresión de ignorancia de lo propio, y “del vacío frente a las realidades escatológicas que hoy presentamos”. Afirmó que, además del drama que se vive, todavía se aceptan “expresiones de horror, espantos, rostros deformes, gente que camina como zombies… es absurdo. ¿Qué no nos basta el drama cotidiano de la vida?”, señaló. Subrayó que este festejo es como una droga que genera euforia y después deja una gran resaca, porque son expresiones y gritos frente a una vida vacía de sentido que busca productos de Hollywood. Por el contrario, dijo, como Iglesia peregrina se tiene la obligación de pedir por los difuntos, lo que es una misión de la Iglesia continua y cotidiana. “Siempre pedimos por los fieles difuntos, para celebrar, no al dios de la muerte; nosotros celebramos al Dios de la vida”, reiteró.