Un grupo de jóvenes peruanos crearon una barra energética, hecha a base de harina de gusanos, que busca ser una alternativa de alimento para el futuro. Para muchos los insectos son sinónimo de plagas y enfermedades, sin embargo en Perú , jóvenes emprendedores, han encontrado en ellos una fuente alterna y sostenible de proteínas para el futuro. “El mundo está en incremento, ahorita somos 7 billones de personas en el 2050 vamos a ser 10 billones de personas , la demanda de proteína que es algo que todos necesitamos se va a incrementar 72% entonces ya hay que ir viendo fuentes alternas sostenibles para nuestra nutrición”, declaró Eduardo Lama, creador de Demolitor.

Es así como después de una larga investigación, se creo Demolitor, una barra energética fortificada hecha a base de harina de gusanos, cacao orgánico, cereales andinos y miel. Esta iniciativa peruana, ha sido reconocida mundialmente como la mejor propuesta nutricional en la cadena de valor alimenticio. “Lo que hemos creado, el uso de recursos hídricos que usamos es mínimo , las emisiones de gas efecto invernadero también son mínimas, el uso de espacios también es mínimo, es decir, si efectivamente estamos hablando del alimento del futuro”, mencionó Eduardo Lama.

Esta barra nutritiva que ya empezó a comercializarse en Perú, se ha convertido en la preferida de los deportistas de alto rendimiento. “Los deportistas cada vez buscan diferentes formas de suplementarse y diferentes formas de entrenar entonces este producto encaja perfecto con sus necesidades”, declaró Renzo Cateriano, cocreador de Demolitor.

Pero, este súper alimento del futuro no solo brinda energía, sino también ayuda a curar la anemia. Su consumo sostenido en dos semanas, mejora los niveles de hierro en la sangre. “Yo normalmente a veces salgo a entrenar 35 km en pista o hago 30 km en morro, en cerro me ayuda a la recuperación y también antes tenía un problemita con la hemoglobina que no podía pasar de los 12 estaba un poco baja y ahora en mis exámenes pasados estaba ya con 13”, dijo Mercedes Nieto, corredora. A pesar del estigma que aún genera el consumo de insectos, su alto valor nutricional y su bajo impacto económico y ecológico, la han convertido en una prometedora industria alimentaria, que se viene desarrollando en Europa y ahora por primera vez en Latinoamérica. -- Con información de Ricardo Burgos

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