Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
A través de la historia, diversos países han utilizado deliberadamente al fútbol como instrumento de política exterior, por ejemplo al restablecer relaciones, adquirir presencia y reconocimiento global y para mejorar o posicionar su imagen
00:06 sábado 28 noviembre, 2020
ColaboradoresEl deporte tiene el poder de inspirar. Tiene el poder de unir a la gente como pocas cosas lo tienen. El deporte tiene el poder de cambiar el mundo- Nelson Mandela
El pasado miércoles 25 de noviembre falleció a sus 60 años la leyenda del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, quién es ampliamente conocido principalmente por llevar a su país a ganar el Mundial de fútbol de 1986 en México. Ante dicho hecho, diversas figuras políticas, no solo de Argentina sino a nivel internacional, lamentaron su muerte y enviaron condolencias a su familia, lo anterior lleva a reflexionar sobre la relación del deporte con la política internacional.
En esta ocasión nos enfocaremos al fútbol dada su relevancia como el deporte más popular a nivel global. Como prueba de lo ello, resaltan los datos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) sobre la pasada Copa Mundial en Rusia 2018, indicando que tuvo un total de 3,572 millones de espectadores presenciales y a distancia, lo cual representa más de la mitad de la población mundial. Relevante también mencionar que tan solo la final entre Francia y Croacia fue sintonizada por 1,120 millones de personas, lo cual representa casi 9 veces más la población actual de México.
Referente a dicho deporte empezaremos el análisis por el personaje que inspiró el tema de esta columna, Diego Armando Maradona, que al convertirse en una referencia cultural y deportiva con gran influencia sobre la opinión pública, llevó a mucha gente a nivel internacional a conocer y apreciar a Argentina, y posicionó al país como un referente más allá de un país sumergido en una crisis política y económica. De igual manera, resultó sorprendente hace unos años que al mencionar a México, por ejemplo en países del norte de África, lo primero que se les venía a la mente era Rafael Márquez quién en ese entonces juagaba en el Fútbol Club Barcelona.
De igual manera y más allá a la imagen de los fútbolistas, los países también han utilizado deliberadamente al fútbol como instrumento de política exterior, como por ejemplo para restablecer relaciones, adquirir presencia y reconocimiento global, y para mejorar o posicionar su imagen. Lo anterior siendo un claro ejemplo del “poder blando”, concepto que hace referencia a la aptitud de los países para obtener algún objetivo internacional sin el uso de fuerza militar, sino a través de atracción o persuasión. Resalta el caso de Palestina, que aún y cuando no contactaba con estatus internacional de Estado, pudo entrar en la FIFA como país independiente, hecho que le dio gran legitimidad ante las masas, y lo impulsó a buscar un mayor reconocimiento internacional a nivel bilateral y multilateral.
Por otro lado, existen también ejemplos en donde el fútbol ha fungido como conciliador y mitigador de tensiones, tal es el caso de Corea del Norte y Corea del Sur, que a pesar de sus tensiones después de la guerra, en 1991 presentaron un equipo de fútbol conjunto de ambos países bajo una única bandera para la Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA, hecho que llevó a nominar a dicha Federación al premio Nobel de la Paz en el 2001.
Asimismo, las Copas del Mundo también son un gran espacio de oportunidad para los países anfitriones, no solo en términos de derrama económica, sino también como una ocasión para posicionar su imagen internacional. En este sentido, resalta la competencia (muchas veces sucia y con posible uso de corrupción) de los países para ser anfitriones a dicho evento, sobre lo anterior resaltan el caso de Rusia 2018 y Catar 2022. Rusia por ejemplo en el 2018 estaba sumergida en un escándalo internacional por su intromisión en Ucrania, y con una percepción internacional de país autoritario y con políticas agresivas, sin embrago supo aprovechar la ocasión para transmitir una imagen de un país abierto y festivo. De igual manera, se espera que Catar haga lo mismo al utilizar el evento deportivo para cambiar su imagen de petro-monarquía, y posicionarse como un país moderno y a la altura de un país desarrollado, que a pesar de no contar con un equipo fuerte de fútbol o infraestructura deportiva, está construyendo 8 estadios de primer nivel, relevante también mencionar que dadas las altas temperaturas y humedad del país, será la primera ocasión que la Copa del Mundo se lleve a cabo en invierno.
Por otro lado, a nivel internacional más allá de servir a los intereses de Estado, el fútbol también ha sido una plataforma para difundir mensajes para apoyar a causas humanitarias como los derechos de la mujer y contra el racismo.
Por lo anterior, la injerencia de la política en el fútbol es innegable y en general con resultados positivos no solo en política exterior, sino también en la unión de las personas al interior del país, sobre ello destaca el caso de México que a pesar de ser uno de los países con mayor desigualdad y discriminación, cuando juega la selección sin importar las diferencias entre los mexicanos, todos celebran como iguales el triunfo.
Twitter: @Noemihrb