CIUDAD DE MÉXICO.- A los niños les cuesta medir el peligro, es por ello que constantemente suelen llevar las piernas llenas de moretones y raspones. Sin embargo, a veces los accidentes no dependen tanto de ellos sino de las circunstancias. Recientemente se dio a conocer el triste caso de una pequeña de 4 años que murió al caer en un pozo de aguas negras de una guardería municipal en Brasil. Hannah Laranjeira se encontraba jugando con dos pequeños más cuando sin previo aviso la superficie de concreto en la que se encontraban saltando se derrumbó. Cuando esta cedió ella cayó al fondo pero los otros dos lograron aferrarse a la orilla y pudieron ser rescatados por las maestras que se encontraban presentes. Aunque las autoridades y la ambulancia fueron llamadas inmediatamente llegaron una hora después del suceso y encontraron a la pequeña ya sin vida al fondo de la foza. "Su brazo había quedado atrapado en un anillo en la base del pozo cuando se hundió", dijo Juliane Freire, del departamento de bomberos.

De acuerdo con información de O Globo el equipo de ambulancia hizo todo lo posible para reanimarla, pero la niña había sufrido lesiones graves después de haber estado sumergida durante un tiempo. Afortunadamente los menores sólo resultaron con pequeños hematomas y heridas superficiales. Los familiares de la fallecida, padres de otros alumnos y vecinos del barrio Ancuri se acercaron al colegio para expresar su enojo y pidieron justicia por este suceso que consideran pudo evitarse. "Ese colegio tiene que ser cerrado, ahora", dijo a O GlOBO Cleide Andrade de Lima, tía de la víctima, al señalar que se trataba de la primera escuela a la que asistía la niña. 

Algunos vecinos denunciaron que ante los gritos de socorro de los empleados de la guardería se acercaron en el momento de la tragedia, pero no les permitieron acceso al lugar. -- EXCÉLSIOR