La iglesia católica no exhorta ni disuade a los feligreses a realizar mandas o penitencias que pongan en peligro su integridad física, aunque tampoco se les puede prohibir que lo hagan, pues el lastimarse no es “algo que la iglesia pida ni algo que Dios quiere”, aseguró Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la arquidiócesis potosina. Reconoció que aún hay feligreses que por algún pecado que cometió o alguna pena que quiere redimir, cumplen penitencias que lastiman su cuerpo, como es el ir de rodillas ante la Virgen de Guadalupe sin ninguna protección, lo que lastima sus piernas y rodillas, en esos casos lo único que pueden hacer es recomendar protegerse. “Si ellos así lo consideran, o así lo hacen, pues es libertad de la persona, y nosotros les decimos que si van a salir dañados o lastimados, pues no lo hagan, Dios lo que quiere es nuestra fe, una fe fuerte que se traduzca en obras para el mundo”. Señaló que hay quienes utilizan protección, o llevan acompañantes que les van apoyando con alguna cobija, además que es una opción de penitencia el ayuno, que no daña y puede ser más eficaz que el terminar lastimado. Reiteró que la única sangre que Dios toma en cuenta es la del martirio, cuando el honor de Dios está en juego, cuando la fe es perseguida, pues no hay necesidad de lastimarse, por lo que exhorto a la población escoger penitencias que no sean dañinas.