Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
En 2021 México irá a elecciones para renovar 15 gubernaturas, los 500 escaños de la Cámara de Diputados, 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos. Mientras tanto, el próximo martes 3 de noviembre, el vecino país del norte estará viviendo un proceso electoral clave para el futuro de Estados Unidos, donde está en juego la Presidencia y la conformación del legislativo y de confirmarse las proyecciones, los demócratas irían con carro completo.
00:06 miércoles 28 octubre, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADODicta la frase que cuando veas a tu vecino las barbas cortar, pongas las tuyas a remojar. En 2021 México irá a elecciones para renovar 15 gubernaturas, los 500 escaños de la Cámara de Diputados, 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos. Mientras tanto, el próximo martes 3 de noviembre, el vecino país del norte estará viviendo un proceso electoral clave para el futuro de Estados Unidos, donde está en juego la Presidencia y la conformación del legislativo y de confirmarse las proyecciones, los demócratas irían con carro completo. El pueblo norteamericano elegirá presidente, el total de los 435 asientos que conforman la Cámara de Representantes, 35 de 100 asientos del Senado, 13 gubernaturas y otros puestos locales. Para la presidencia están contendiendo por el Partido Republicano el actual presidente, Donald J. Trump de 74 años y por el Partido Demócrata Joseph R. Biden Jr. de 77 años, quien fuera vicepresidente de 2009 a 2017 durante la administración de Barack Obama. Hasta ahora, las proyecciones de analistas expertos en el sistema de votación norteamericano, casas encuestadoras y hasta en los centros de apuestas, le dan la ventaja a Biden, considerando que la reelección de Trump se ve complicada por el incumplimiento de las promesas que le dieron la victoria en 2016, por el desgaste que le ha generado estar al frente del ejecutivo, incapaz de negociar y lograr acuerdos con el legislativo y por las enemistades, internas y externas que ha ido cultivando. Aún y cuando estas proyecciones pudieran fallar, cosa que no sería de extrañar, pues sucede frecuentemente, el siguiente mandato de Trump sería aún más complicado que el actual. En estos momentos la Cámara de Representantes está dominada por el Partido Demócrata, que tiene 232 de 435 asientos, mientras que el Senado está en manos del Partido Republicano, que tiene 53 de 100 curules. Sin embargo, en esta ocasión es muy probable que ambas cámaras queden en manos de los demócratas, por lo que Trump tendría que gobernar con el Legislativo en contra y, si con la conformación actual ha sufrido una serie de descalabros, con la diferencia de partidos sería prácticamente imposible que pueda tomar decisiones sin tener que recurrir al consenso, cosa que no se le da al presidente Trump, quien se caracteriza por su actuar autoritario y soberbio. Donald Trump podría estar perdiendo la Presidencia de EU debido a que se embriagó de poder, se confrontó prácticamente con todo el que pudiera pensar diferente a él y subestimó al enemigo. Trump usó las ideas más conservadoras y arraigadas en el pueblo nortemericano para ganarse su confianza, pero en realidad no ha logrado la transformación que prometió, lo que si ha hecho es declararse enemigo de Barack Obama y Hillary Clinton, de varios actores, de algunos deportistas, de los migrantes, de los chinos por esparcir el Covid 19, enemigo comercial la Unión Europea, de Alemania, Japón, en general de los países de la OTAN, de Dinamarca, de la prensa, de los manifestantes, cualquiera que sea su causa, y en general de sus opositores. En el caso de México Trump ha jugado al amigo hipócrita, que de frente extiende la mano pero que por la espalda suelta el golpe. Pese a los elogios que ha lanzado al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, la relación bilateral ha sido tensa y su gran bandera ante el electorado norteamericano ha sido culpar a México de todos los males de EU, ya sean drogas, narcotráfico, violencia en general, migración y hasta de las amenazas de salud. Lamentablemente, el escenario no pinta mejor para México con Biden, lo único diferente sería que al menos él ha cantado de manera frontal que hará cumplir la ley sin excepciones en el tema migratorio, por lo menos sabríamos que esperar. Más allá de los efectos de esta elección en la relación con México, sobre todo considerando la gran cantidad de connacionales que viven de aquel lado de la frontera, los mexicanos tenemos muchas razones para estar expectantes de lo que pudiera suceder, como mensaje para quien desde el poder piensa tener todo dominado y se olvida de escuchar y de buscar acuerdos, para quien apuesta por polarizar a la población, porque tarde o temprano esa formula se agota o se vuelve en contra de quien gobierna, para quien se olvida de gobernar para todos y sólo atiende a sus amigos o sus electores, como lo ha hecho Trump. Esta elección será un ejemplo también para los partidos de oposición, de cómo se debe y se puede ser contrapeso real, para los ciudadanos de lo que podemos esperar a cambio de nuestro voto y también para los analistas y medios de comunicación, porque a final de cuentas, hasta ahora, el final no se ha escrito.