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Cambios en el sector salud hacen que Fondo de Salud para el Bienestar reemplace el Fondo de Gastos Catastróficos, canalizando el equivalente a un 11% de la suma de los recursos del gobierno federal y de los estados
07:20 lunes 13 enero, 2020
ColaboradoresLos cambios a la Ley General de Salud hacen decir Good Bye al Seguro Popular, Hello al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) en el que se oferta la universalización de los servicios, personas sin seguridad social pueden acceder a estos y a los medicamentos de forma gratuita… suena bien no? La intención no se le niega a nadie, poder hacer viable esta estructura son palabras mayores, desde mi panorama crítico estoy convencido que será uno de los grandes proyectos que dejarán mal situado al Presidente de la República (ojalá me equivoque). Cambios en el sector salud hacen que Fondo de Salud para el Bienestar reemplace el Fondo de Gastos Catastróficos, canalizando el equivalente a un 11% de la suma de los recursos del gobierno federal y de los estados. El INSABI asignará 8% a la atención de enfermedades que provocan gastos catastróficos, 2% a la atención de necesidades de infraestructura preferente en las entidades federativas con mayor marginación social y el 1% para complementar los recursos destinados al abasto y la distribución de medicamentos y demás insumos, así como el acceso a exámenes clínicos asociados a personas sin seguridad social. 271,519 millones de pesos en los que se incluyen recursos federales y aportaciones de cada estado, deben ser suficientes para garantizar recursos al programa de atención a la salud y medicamentos gratuitos; unos 40,000 millones de pesos serán utilizados para la creación del INSABI, un intento de borrar memorias que se apeguen al ya desaparecido Seguro Popular. En México, como en la mayoría de los países, hay dos entidades significativas que se polarizan a la hora de marcar la tendencia política, educación es un rubro que ostenta el mayor número de afiliados sindicales, un factor determinante que unido a salud hace que cada gobierno quiera dejar su legado. INSABI es un proyecto que continúa la tradición de gobiernos anteriores, aunque se ha lanzado de una manera mucho más aspiracional, promete garantías y se instaura ante un desabasto medicinal y una compleja crisis en el sector médico. INSABI tiene la enorme responsabilidad de aplicar y ampliar políticas del programa IMSS Bienestar, su operación directa coloca en un segundo plano a los actuales gobiernos locales a través de convenios que son analizados con lupa por cada estado. Las personas que se encuentran en el país y así lo requieran, a partir de criterios de universalidad, igualdad, inclusión y gratuidad tan promocionados por el presidente, somos beneficiarios directos de los servicios públicos de salud, una diferencia a la anterior administración en la que solo aludía a los residentes en el país,
preferentemente a favor de personas pertenecientes a grupos sociales en situación de vulnerabilidad. Quizá podamos pasar por alto esta cuestión, aunque en materia económica puede significar un aumento significativo a la línea operacional, hablar de “todas las personas que se encuentren en el país que no cuenten con seguridad social “ es colocar un número enorme a la prestación de servicios públicos de salud, medicamentos y demás insumos asociados… al momento de requerir la atención, la exigencia y el volumen de atención puede desnivelar la calidad y el abasto. A diferencia del Seguro Popular, en el que los afiliados aportan un monto para acceder a los servicios, el acceso a los servicios no implica pago de cuotas o gastos adicionales, aportaciones o cualquier detalle relacionado al pago, una promesa que es aceptada lógicamente por todos pero que bien sabemos es imposible de cubrir con el presupuesto y la asignación de recursos nacionales. En este recién inaugurado 2020, se prevén 224,885 mdp para la Secretaría de Salud, contando con recursos provenientes del Ramo 12 y del Ramo 33 (Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, FASSA); la operación en 2019 del Programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral contempló 6,071.3 mdp para transferir y 500 mdp para el pago de personal de base, analizando los datos debemos ver un presupuesto de 6,634 mdp para este programa transferibles al INSABI más otros 40,000 mdp del Fondo de Gastos Catastróficos. 271,519 mdp es una suma considerable, aunque nadie ha podido calcular el monto total de los posibles servicios, nóminas, espacios, pagos etc, hay que aplaudir la intención de mejora en un tiempo en el que era necesario valorar cambios en el sector salud. Es entendible que el presupuesto no es suficiente para todas las necesidades del país, pero el aumento debe servir para mejorar un esquema debilitado y lleno de errores. La colocación del INSABI también es un reto, la administración refleja un esquema independiente en el que deberemos ser muy cuidadosos para no repetir errores del pasado… cosas buenas, cosas malas… El actual director del INSABI carece de experiencia en el sector salud, su trabajo en el cuidado del patrimonio cultural del INAH como director de zonas arqueológicas en Chiapas y Veracruz no es comparable con la responsabilidad que debe lidiar ante uno de los planes más exigentes y comprometidos de la administración. Nuestros vecinos del norte vivieron el Obama Care, un programa ambicioso que centró parte del politiqueo estadounidense, un plan lleno de buenas intenciones pero inviable administrativamente hablando. AMLO presenta este programa con la intención, ojalá los recursos sean suficientes y bien administrados, por el bien de todos! Javier Rueda
www.javierrueda.mx