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La brecha laboral de género genera una perdida potencial de hasta el 25% del ingreso per cápita, y de igualar el porcentaje de hombres trabajando se podría reducir la pobreza en un 4%.Por lo que la falta de oportunidades para que la mujer se incorpore al mercado laboral también limita el crecimiento del país
03:02 sábado 13 marzo, 2021
ColaboradoresComo cada 8 de marzo el mundo conmemora el día internacional de la mujer, espacio en donde también se recuerda la constante y creciente (sobre todo a raíz de la pandemia por el COVCID-19) desigualdad que enfrenta la mujer, y a su vez acompañada de falta de oportunidades, discriminación, violencia física, psicológica, abusos en el hogar y trabajo, entre otros. En México, el día lunes alzamos la voz principalmente para protestar contra la creciente violencia, para poder salir a la calle sin miedo, para ser respetadas, protegidas, iguales y para contar con los mismos derechos. Si bien esas causas existen y deberán ser atendidas, resalta también la gran brecha de género en el mercado laboral, misma que en estrictos términos económicos representa una gran pérdida de potencial, y que de ser debidamente atendido, generaría también un importante crecimiento económico. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, en 2019 México contaba con una tasa de empleo femenino del 44% (76% para los hombres), muy por debajo de diversas economías latinoamericanas como Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Brasil y Argentina. Para darnos una idea, si México tuviera una tasa de empleo femenino similar a la de Perú (68%), significaría 12 millones más de mexicanas trabajando (aproximadamente 10% de la población total de nuestro país) que estarían a su vez contribuyendo al PIB. Por lo anterior, acorde a datos del Banco Mundial dicha brecha laboral genera una perdida potencial de hasta el 25% del ingreso per cápita, y de igualar el porcentaje de hombres trabajando la CEPAL estima que se podría reducir la pobreza en un 4%.Por lo que la falta de oportunidades para que la mujer se incorpore al mercado laboral, si bien presenta un desafío importante en términos de inclusión, también limita el crecimiento del país. Una de las principales razones para explicar dicha brecha, es la casi inminente responsabilidad que tiene la mujer en las tareas no remuneradas en el hogar y en el cuidado de los hijos. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en el primer trimestre del 2020 las mujeres asignaron 40 horas más al mes al cuidado de los hijos que los hombres, por otro lado la OCDE indicó que en 2017 las mujeres mexicanas realizaron más de tres cuartas partes de todos los quehaceres domésticos, incluyendo el cuidado de los niños. Por lo que la falta de flexibilidad laboral y de sistemas de cuidados para niños son de las principales causas para que una mujer no inicie o trunque su vida laboral, en cuyo caso retomaría la trayectoria profesional en desventaja sobre aquellos que se mantuvieron activos, y por ende con un salario menor. Lo anterior, explica también porque es más difícil que una mujer avance en su carrera y llegue a tener puestos de toma de decisiones, en México solo 2 de las 100 empresas calificadas como “las más importantes” por la Revista Expansión cuentan con una Directora General mujer, y las mujeres representan solo el 7.5% de los consejos de administración de las empresas más grandes de México, muy por debajo del promedio de la OCDE de 20%. De igual manera, la violencia es también es un factor importante en la baja participación laboral femenina, ya que la inseguridad vivida en los traslados, las entradas temprano o salidas tarde, desincentiva fuertemente la permanencia en el trabajo. Otro factor importante es la discriminación de las mujeres en ciertas profesiones como las ciencias duras, tan solo el lunes pasado en el marco del 8 de marzo, dos de las grandes mujeres economistas Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional y Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, transmitieron lo difícil que ha sido como mujeres entrar, permanecer y subir en una profesión altamente dominada por los hombres. Mencionaron también que dicho fenómeno empieza desde la escuela, ya que las mujeres enfrentan más trabas para ingresar a ciertas carreras que tradicionalmente son percibidas para hombres. Sumado a ello, la pandemia por el COVID-19 ha profundizado aún más la desigualdad de género. En México 14.1% de las mujeres perdieron su empleo, frente al 6.5% de hombres, en 2020 la tasa de participación femenina cayó de 44% a 40.9% que de acuerdo a la CEPAL representa 10 años de retroceso en la participación en el mercado laboral. En el 2019 las mujeres dedicaron en promedio 19.4 horas semanales a tareas de cuidados no remunerados, en 2020 aumentó a 25.7 horas principalmente dadas las clases de los hijos en casa. Y de igual manera el COVID ha impactado mayoritariamente a los sectores donde se emplea más a las mujeres tales como hoteles, restaurantes, servicios turísticos, escuelas, etc, lo que implica un doble esfuerzo para cerrar las brechas.
Por lo tanto, el día internacional de la mujer nos recuerda que aún queda mucho por hacer para que la igualdad de género sea una realidad, y que dada la crisis actual las brechas se han ampliado, por lo que será imperativo redoblar los esfuerzos ya que de continuar el ritmo actual, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México tardaría un cuarto de siglo en lograr que la mitad de las mujeres se incorporen a un trabajo formal renumerado y un siglo en lograr que tengan la misma participación laboral que los hombres.
Twitter: @Noemihrb