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Leyó usted bien, no crea que me equivoqué en el título de la columna, es una asociación que es imposible separar. Al inicio de la gestión del actual mandatario estatal de San Luis Potosí Juan Manuel Carreras siempre tuve mis fundamentos del porqué sería muy similar en muchas cosas a su antecesor y hoy casi a la mitad del sexenio las situaciones me han ido dando la razón y confirmando mis temores.
22:28 martes 9 enero, 2018
ColaboradoresLeyó usted bien, no crea que me equivoqué en el título de la columna, es una asociación que es imposible separar. Al inicio de la gestión del actual mandatario estatal de San Luis Potosí Juan Manuel Carreras siempre tuve mis fundamentos del porqué sería muy similar en muchas cosas a su antecesor y hoy casi a la mitad del sexenio las situaciones me han ido dando la razón y confirmando mis temores. Juan Manuel Toranzo o Fernando Carreras son muy similares en el tema de nunca escuchar a la ciudadanía, de imponer las cosas al costo que sea y como sea. Prueba de ello lo vivimos en tiempos de Toranzo cuando usaba sus diputados alfombra para imponer nuevos endeudamientos para los potosinos, aferrarse al cobro de una tenencia vehicular, de intentar incrementar el aumento del transporte público de forma brutal y muchos actos más. Con Juan Manuel Carreras es la misma cantaleta, se negó a escuchar a la comunidad indígena y le costó muy caro en el Plan Estatal de Desarrollo, sordo a las propuestas ciudadanas para tener una verdadera austeridad, terco para imponer a su delfín como nuevo Fiscal General y ahora ya descarado intentando poner como Fiscal Anticorrupción a su empleado y co-propietario del Partido Conciencia Popular, Jorge Vera y al priísta Javier Montalvo como Fiscal Electoral. Al igual que Toranzo, Carreras quiere imponer y blindarse por todos lados. En su momento en la Auditoria Superior, Cándido Ochoa el vicegobernador puso al encubridor nato, José De Jesús Martínez Loredo que tapó cientos de tropelías a Fernando Toranzo y su camarilla. Ahora la historia se repite, el actual vicegobernador José Luis Ugalde de forma apabullante colocó a Rocio Cervantes para cubrirle las espaldas a Juan Manuel Carreras y su camarilla. Aunque Toranzo y Carreras tienen sus vicegobernadores, si es justo hacer una división y no meterlos exactamente en la misma canasta. Ugalde tiene poder y sabe manejar los tiempos y momentos, sabe evidenciar en público al mandatario estatal para mostrar que el también mueve los hilos, pero no es tan perverso como lo fue Cándido Ochoa. Un auténtico Calígula de la política. Hizo lo que quiso con los recursos públicos y dañó a quien se le puso enfrente sin que nadie le pusiera freno, menos el gris Toranzo. Juan Manuel Toranzo o Fernando Carreras iguales, imposibles de separar, casi siameses, casi dos gotas de agua en el tema de la opacidad, enemigos de la transparencia y la rendición de cuentas. Basta ver el portal web de transparencia del Gobierno de San Luis Potosí, es el mismo laberinto que les dejó la anterior administración, mantienen los mismos niveles de opacidad y nada ha mejorado. Las compras y adquisiciones millonarias mantienen los viejos vicios, no son transparentes y se otorgan privilegios a sus amigos, familiares y compadres en turno. De Toranzo se dijo mil veces que fue un mandatario gris y timorato cuando se trataba de enfrentar con pantalones los problemas difíciles y de fondo. ¿Qué se dice actualmente a tres años de la llegada del actual mandatario? Exactamente lo mismo. Insisto, no puedo sentirme sorprendido y menos a estas alturas. Simplemente he podido comprobar que mis temores se han hecho realidad. Como me hubiera gustado haberme equivocado, pero ya se lo que usted estará pensando al leerme, él hubiera no existe y lamentablemente para los potosinos, tiene toda la razón.