Didier Deschamps pensó que los festejos habían terminado en la cancha y el vestidor, pero cuando se disponía a empezar la conferencia de prensa luego del triunfo que les dio el título de Rusia 2018, una multitud de pupilos lo sorprendió para bañarlo. El entrenador Campeón como jugador en Francia 98 y ahora en este Mundial desde la banca, antes de sentarse colocó para presumir, junto al micrófono, una placa que lo acreditaba como monarca. Fue ahí cuando muchos de sus jugadores irrumpieron en la sala de prensa, para bañarlo no solo a él sino también a los periodistas sentados en el auditorio del Estadio Luzhnikí, en una escena que siguió con el timonel abrazando a Antoine Griezmann. También, con el delantero Thomas Lemar trepado en la mesa de conferencias, en shorts y sin camiseta, continuando el cántico y con Presnel Kimpembe lanzando el balón que decoraba el estrado hacia los reporteros. “¡Didier Deschamps, Didier Deschamps, Didier, Didier, Didier Deschamps!” era la canción de los jugadores. El representante de FIFA debió cambiarle la silla ante tal baño y cuando los jugadores ya se habían retirado, volvió un segundo contingente encabezado por Paul Pogba, que también se subió a la mesa para bailar. “Perdón”, decía Pogba, mientras salpicaba a los lados del lugar de Deschamps para limpiar la mesa. “Pero ya no podemos hacer nada con esto”, agregaba sobre el cuaderno empapado del representante de FIFA. “Están completamente locos, no sé qué podrán traducir”, decía Deschamps mientras tomaba el auricular de los traductores. “Perdón, son jóvenes y están felices. Estamos nadando en felicidad”.

--

Mediotiempo