Un jugador de rugby profesional de cada cinco sufrió una conmoción cerebral durante la temporada 2018/2019, la segunda peor atendiendo a esos registros, según las cifras publicadas por la Federación Inglesa (RFU). "En la 2018/2019, un 21% de los jugadores sufrieron al menos una conmoción en partido", indica el informe del "Proyecto de vigilancia de las lesiones en el rugby" puesto en marcha por la RFU. De media hubo una conmoción cada 50 minutos (20,4 por 1000 minutos jugados), la segunda frecuencia más elevada observada, después de la que hubo en la temporada 2016/2017 (20,9 por 1000 minutos). Estas cifras se publican cuando varios jugadores retirados, incluidos exinternacionales ingleses y galeses, han acudido a las instancias del rugby internacional y de los dos países amenazando con iniciar un proceso judicial para hacerles reconocer su responsabilidad en los casos de demencia temprana o de encefalopatía traumática crónica, una afección cerebral provocada por los choques que a menudo desemboca en enfermedades neurodegenerativas. En total, se han registrado 166 conmociones en partidos y 38 en entrenos, precisó el informe. Las conmociones fueron por octavo año consecutivo la principal causa de lesión en el rugby profesional. EXCÉLSIOR