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Los 3.000 kilómetros de frontera que separan Estados Unidos de México están más vigilados que nunca y la inmigración irregular presenta las cifras más bajas desde 1971
11:51 sábado 16 febrero, 2019
MundoLa frontera entre Estados Unidos y México tiene más de 3.000 kilómetros que van desde el Pacífico hasta el Atlántico, más o menos la distancia en coche entre Madrid y Bucarest. Se puede cruzar legalmente por 42 puertos fronterizos. Se calcula que cada día la cruzan legalmente para trabajar, estudiar o de visita un millón de personas en las dos direcciones. La frontera ha tenido épocas de picos de inmigración ilegal y problemas de seguridad. Pero la última década no es una de ellas. Trump declara una emergencia nacional para construir el muro con México
¿Qué es una declaración de emergencia? ¿Qué implica? ¿Puede impugnarse?
La furia antiinmigrantes de Donald Trump pisotea el frágil equilibrio de la frontera
“Vamos a arriesgarnos a ir a Estados Unidos, no podemos volver atrás”
La frontera real desmiente a Trump
La desesperación se acumula en la frontera de México El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ve una emergencia nacional en la frontera. Trump ve “una invasión” de inmigrantes irregulares que cruzan sin cesar, desbordando a la policía de inmigración. El mandatario estadounidense relaciona esos inmigrantes directamente con el crimen violento en las ciudades (que está en mínimos históricos), una relación que las propias policías locales niegan y de la que no ha conseguido aportar datos. Aparte, considera que la frontera es el origen de la heroína que se consume en Estados Unidos y la relaciona con la crisis de la adicción a los opioides, que no son drogas ilegales, sino medicamentos con receta que incluyen fuertes analgésicos. El crimen violento y la adicción a las drogas en Estados Unidos, según Trump, son problemas que se solucionan construyendo un muro. En el aspecto de inmigración, Trump parece vivir mentalmente en los años noventa. La frontera de la que habla existió. A principios de aquella década comenzó una tendencia al alza del número de entradas ilegales a Estados Unidos, medidas en detenciones. Empezó entonces a superarse el millón de personas detenidas al año. En California, esta realidad llevó a una reacción política antiinmigración que dio lugar a algunas de las leyes más duras contra los irregulares. EL PAIS