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Más de 70 años ha estado el PRI al frente del Gobierno de San Luis Potosí, sólo les rompió la racha el panista Marcelo de los Santos Fraga, fue sólo un periodo blanquiazul y luego el tricolor regresó a Palacio de Gobierno. Sin embargo, aún y cuando en esta elección del 2018 no está en juego la gubernatura, puede ser el golpe más duro, mortal para el PRI en nuestro estado y la antesala a su caída de la Gubernatura.
20:32 miércoles 30 mayo, 2018
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOMás de 70 años ha estado el PRI al frente del Gobierno de San Luis Potosí, sólo les rompió la racha el panista Marcelo de los Santos Fraga, fue sólo un periodo blanquiazul y luego el tricolor regresó a Palacio de Gobierno. Sin embargo, aún y cuando en esta elección del 2018 no está en juego la gubernatura, puede ser el golpe más duro, mortal para el PRI en nuestro estado y la antesala a su caída de la Gubernatura. Ya en la elección del 2015 el PRI perdió la alcaldía de la capital, y de qué manera, su candidato logró un muy lejano tercer lugar con apenas el 13 por ciento de los votos emitidos, contra un primer lugar, que se alzó con la victoria, con Ricardo Gallardo del PRD con un 46 por ciento. La derrota fue dura, humillante, dijeron algunos, considerando que el partido del sol azteca hasta antes de esa elección no figuraba como una fuerza política lo suficientemente fuerte en nuestro estado y que nunca había gobernado la capital. El PRI puso en aquel entonces, su apuesta en los votos duros, en sus priistas de hueso colorado pero la ciudadanía les pasó la factura por los errores en el gobierno, por las faltas, por la desconfianza. Lo que se vivió en 2015 en la capital potosina amenaza con replicarse a nivel nacional, en la búsqueda de la Presidencia de la República. No se trata de si José Antonio Meade es o no un buen perfil, le pesa el emblema y los candidatos que lo acompañan. Así me lo dijo hace unos días en entrevista José Ramón Martel, asesor del candidato tricolor a la Presidencia de la República, quien, además, enumeró uno a uno los errores del PRI y a los responsables. Señaló directamente a la Dirigencia estatal del PRI en San Luis Potosí, pues aún y cuando Meade pidió en tierras potosinas verse rodeado de perfiles honestos, el tricolor en nuestro estado abandera a “impresentables e indefendibles” como dice el mismo José Ramón Martel, quen calificó como desastrosas las decisiones que el priismo desde lo local ha tomado que afectan la campaña del mismo José Antonio Meade. “El candidato no ha sido responsable de esas candidaturas, las selección interna fue hecha de tal forma que no suma, sino que resta a la campaña de Meade” decía Martel y acusaba que no eran sólo dos casos, sino muchos más de “indefendibles” cobijados con una candidatura priista en nuestra entidad y señalaba como responsables al dirigente estatal del PRI, Martín Juárez y a “quien políticamente” es responsable de nombrar candidatos, “quien hizo compadre” a Martín Juárez, quien lo puso al frente del PRI, sabiendo que “es un buen hombre” pero que eso no basta para dirigir un partido. La respuesta del PRI ha sido aún peor, el silencio, la pasividad, la omisión. Martín Juárez se esconde, el Gobernador se deslinda, la estrategia del partido no se ve, vamos que no existe como tal. Los que se ve es un candidato a la Presidencia de la República cargando como lápida con un emblema que no le suma, que cuando visita a nuestra entidad libra una verdadera odisea para no aparecer acompañado de esos “indefendibles”. De igual forma, una candidata a la alcaldía de la capital que camina sola, sin el acompañamiento y cobijo de su partido y me parece que le va mejor así. Un PRI que se cae de apoco en la preferencia electoral, en la credibilidad de los ciudadanos, y del que mientras se hunde, solo salen triunfantes quienes por la via plurinominal buscan asegurarse una nueva chamba. Ya los resultados en las urnas nos darán un parámetro más claro de qué se hizo y qué se dejó de hacer. Queda un mes para la elección, ¿Qué hará el PRI?.