Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Se acaba de cumplir dos años de que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de la República y recordamos cómo, en cuanto reconoció su triunfo, su antecesor Enrique Peña Nieto, desapareció por completo del ejercicio del poder
00:06 jueves 9 julio, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOSe acaba de cumplir dos años de que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de la República y recordamos cómo, en cuanto reconoció su triunfo, su antecesor Enrique Peña Nieto, desapareció por completo del ejercicio del poder. Dicen los que saben, que en la política ese es un síntoma recurrente, entre más ausente el gobernante en turno, más temprano empieza la sucesión. En el caso de San Luis Potosi no es de extrañar que desde hace tiempo haya comenzado la carrera por la gubernatura, pues el gris gobierno de Juan Manuel Carreras ha dado lugar a que, aunque su gobierno termine hasta 2021, desde hace por lo menos 3 años ya se habla de su sucesor. Muchos son los nombres que se manejan como posibles, entre ellos hay quienes comenzaron campaña recorriendo las diferentes zonas del estado, o quienes aprovechando que tienen algún cargo también se promocionan, sin importar lo que diga la autoridad electoral. La silla se ve vacía, Carreras no logra mostrar liderazgo ni en su propio gabinete, mucho menos el respaldo de las diferentes bancadas en el Congreso del Estado que le permita gobernar y enfrentar las eventualidades como la emergencia por el Covid 19. En su propio partido hay quien pide desmarcar al PRI de su gobierno, si es que se quiere tener alguna oportunidad en las próximas elecciones. Hasta ahora la caballada priista se ve flaca, el partido está desgastado, desprestigiado y no apuesta por nuevos perfiles, al contrario, se aferra a quienes le dieron viejas glorias pero que hoy difícilmente harán cosquillas al efecto Morena. Pero el resto de los partidos tampoco ofrecen un menú atractivo de nombres que puedan motivar a la ciudadanía a creer qué hay esperanza. López Obrador ya no estará en la boleta, ya no habrá efecto en cascada y Morena en San Luis Potosí no parece tener muchas opciones, su hombre más fuerte tiene un buen perfil pero poco arraigo y tiene en contra el factor de su residencia. Por otro lado, quien parecía ser el hombre de Morena, a quien el mismo López Obrador defendió en un evento público, ha quedado manchado por los señalamientos de irregularidades en su actuar, en contra de la bandera principal de ese partido, de honestidad y combate a la corrupción. Sin embargo Morena tiene una tercera opción en sus filas, un hombre que ha demostrado que es un gran candidato, combativo, pero a quien su partido no parece estarle dando el impulso que necesitaría si es que quiere buscar la gubernatura y para ello, ya es tarde. Del PAN aún no hablemos, hay más nombres de aspirantes que personajes en la lotería. Su elección interna no será fácil, y seguramente, como ya lo han demostrado, el gran reto estará en salir vivos de ese proceso, muy difícilmente habrá unidad y por ende, si finalmente su candidato no logra el apoyo de los panistas menos conseguirá el del resto de los electores. El PAN podría, otra vez, perder la elección antes de llegar a ella. El PVEM por su parte, podría ser ahora lo que fue el PRD en las últimas elecciones, el emblema que requiere un grupo para tener su partida en el juego electoral, un simple membrete que requieren quienes aspiran a ir por la grande después de haber tomado a Soledad de Graciano Sánchez como su bastión. Y el resto de los partidos jugarán a ver de quien sacan la mejor tajada, quien es el postor que ofrece más por sus alianzas, sin lealtades, como simples mercaderes de unos cuantos votos que ofertarán garantizando que pueden hacer la diferencia.
Estamos todavía lejos de la elección del 2021 los partidos políticos aún están a tiempo de cuidar bien los perfiles de quienes llevarán a los cargos, de quienes nos presentarán a los ciudadanos como sus mejores candidatos y candidatas, ojalá sean por lo menos responsables y serios con sus propuestas.