Toni Kelly era una joven que le gustaba sacarse selfies para compartirlas con sus más de 2 mil seguidores de Instagram. Un día se encontraba en su departamento en Londres, pero la tragedia la alcanzó al intentar tomarse una fotografía desde la ventana de su casa, ya que tropezó y cayó dos pisos, quedando tirada sobre la calle. Después de varios días de permanecer internada, Kelly fue diagnosticada con muerte cerebral. Su familia viajó desde Nueva Zelanda para estar con ella en sus últimos minutos de vida. Luego de morir, lanzaron una convocatoria para recaudar fondos y poder repatriar sus restos, hasta el momento habían recibido 30 mil dólares en donaciones. La hermana de Toni, Stacey Kelly, agradeció a través de su cuenta de Facebook las muestras de apoyo y solidaridad que recibieron durante este proceso. --

Mientras tanto en México