Bienvenidos a Haití, el país más pobre del Continente Americano. Aquí 60% de la población vive en situación de pobreza y el 24% en pobreza extrema. Una Nación de orígenes esclavos, frecuentemente sacudida por huracanes y en ocasiones terremotos. Y por si fuera poco, vapuleada por inestabilidad política constante que la semana pasada derivó en el asesinato de su presidente Jovenel Moïse.

Moïse era un empresario de una provincia agrícola que llegó al poder después de dos procesos electorales. El primero lo ganó en el 2015, pero por acusaciones de chanchullo electoral, se anularon las elecciones y se convocaron a unas nuevas en el 2016, las cuales volvió a ganar.

Desde que asumió el mandato enfrentó manifestaciones en su contra, fuerte presión política por acusaciones de corrupción, y desaprobación por los males eternos del país, como el hambre y la inseguridad. Pero lo que detona las protestas de los últimos meses es el desacuerdo en la fecha en la que debió salir del poder. Moïse fue electo por un periodo de 5 años. Para la oposición, el periodo inició en el 2016 después de la primera elección. Para el finado presidente, su mandato empezó en el 2017 año en el que se juramentó, por lo que él esperaba salir en el 2022.

Sea como sea, Jovenel fue asesinado en su residencia. Un comando armado con 18 exmilitares colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, supuestamente entró a la residencial del presidente, y así, sin que la guardia presidencial pudiera hacer algo, le dieron 12 tiros. Sicariato que hace suponer un golpe de Estado, cosa que Moïse había advertido antes de su muerte.

Por el momento, se tienen detenidos a los supuestos autores materiales del asesinato, y a un supuesto autor intelectual que el gobierno haitiano está dando por hecho sin haber llevado el debido proceso, ya sabe: fusílenlo y después averiguamos. Y además, hay dos empresarios y dos exsenadores de oposición que han sido llamados a declarar.

Las elecciones estaban programadas para el 26 de septiembre de este año, pero con esta turbulencia no se sabe lo que va a pasar. Comenzando por saber quién tiene el control del país. Por un lado, está el Primer Ministro interino Claude Joseph, y por otro lado está Joseph Lambert, el presidente del tercio del senado que aun funciona porque también hay un menudo relajo institucional en el poder legislativo.

Seguramente la rebatinga por el poder no cesará ni con la elección en septiembre, porque lo que presenciamos en Haití es un episodio de Game of Thrones versión Caribe.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael