Hoy me voy a referir a una nueva guerra que enfrenta Felipe Calderón y que al parecer esta sí la va ganando, porque la pasada contra el crimen organizado la perdió. Ante una oposición tan débil y moralmente derrotada como suele llamarla el gobierno federal, el ex mandatario Felipe Calderón ha sabido capitalizar los múltiples errores de partidos como el Pan, Pri y Prd. Esto con el fin de lograr el objetivo de concretar el registro de México Libre como partido. Hasta el momento, creo que la estrategia de Calderón va funcionando, ya que al ser un cotidiano critico de todo lo que diga o haga Andrés Manuel López Obrador, le está generando seguidores y simpatizantes. Está logrando que los fanáticos de AMLO se le vayan a yugular e incluso, ha logrado que se hable de él durante días, como sucedió con los cuestionamientos del cadete y tenor Emilio Ruggeiro en unos de los vuelos del ex mandatario. Que se hable bien o mal, pero que se hable: ese es su objetivo. En mi particular punto de vista, creo que los seguidores de López Obrador pescaron el anzuelo, le han dedicado demasiadas horas, extensas campañas y se inundan las redes sociales para fustigarlo. ¿Por qué darle tanta importancia a un señor, que entre él y su esposa Margarita Zavala no han podido ni siquiera formar un partido? ¿Recuerdan que Margarita fue señalada por el INE de falsificar firmas para lograr su registro como candidata independiente en las pasadas elecciones presidenciales? Yo no veo a esta pareja como una verdadera amenaza para el actual gobierno federal.  Por su parte Vicente Fox, ya desapareció de la escena, aunque sus apariciones en redes sociales eran más cuestiones viscerales y ataques, con esa verborrea que le caracteriza al orate, a diferencia de Calderón que articula con más congruencia sus cuestionamientos. Otro beneficiado de esta nueva guerra de Calderón es sin lugar a dudas, Enrique Peña Nieto que, gracias a estas batallas mediáticas, se ha sabido retirar de la escena pública y ha conseguido que todo mundo se olvide de él y de la desastrosa situación en que dejo al país.   Si las cosas siguen como Calderón las quiere, reforzará su estrategia, aunque sea desgastante para él y su señora. Tarde que temprano seguirá capitalizando seguidores que están decepcionados del PAN y de otros partidos, insisto, ante la blandengue oposición. Mientras el PRI se mantiene agazapado en la trinchera, esperando capitalizar los errores del adversario y el desgaste, sin confrontarse abiertamente con el gobierno en turno, así lo hizo la vez que regresó a los Pinos y cree que su estrategia volverá a funcionar. Hasta el momento, Calderón va ganando la guerra.