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Los datos que arrojan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, advierten del incremento de la violencia hacia las mujeres, en su expresión más extrema, el feminicidio
06:25 martes 4 mayo, 2021
EN LA OPINIÓN DE GLORIA SERRATOLos datos que arrojan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional, advierten del incremento de la violencia hacia las mujeres, en su expresión más extrema, el feminicidio. Las muertes violentas no han disminuido. Reflexionemos del origen multifactorial de la violencia como un fenómeno social global, en el que deben trabajarse desde diferentes vías. Una de ellas, fundamental, el proceso educativo y de re enseñanzas de nuevas prácticas de las masculinidades entre la población. La violencia hacia las mujeres, son prácticas de dominación generadas por las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, esto se ha dicho desde hace décadas por investigadores, activistas, expertos, estableciendo directrices de acción para modificar los patrones culturales enraizados. Decirlo es fácil, pero implementar acciones que lleguen al fondo para resolver el cambio de mentalidades entre la población es el gran reto. Observamos en este proceso electoral campañas disfrazadas, en donde las personas contendientes a los diferentes cargos de elección popular están utilizando la problemática que enfrentamos las mujeres como un tema de carácter político electorero, sin seguir una agenda especializada que vaya en concordancia de las necesidades y los derechos humanos de las mujeres a alcanzar y consolidar. La erradicación de la violencia contra las mujeres implica el cese definitivo de acciones violentas que todos los días se cometen en los diferentes espacios en los que nosotras estamos, como es la familia, la comunidad, antes mencionábamos el espacio de la escuela, ahora las violencias en los espacios virtuales. La violencia está en todos los espacios en los que nos desenvolvemos. Los feminicidios cometidos que se registraron este fin de semana nuevamente nos pone en situación de alerta, suman ya 33 muertes violentas contra las mujeres, lo que debe obligar a reflexionar sobre las medidas implementadas desde la implementación de la alerta de violencia de género, decretada por la Secretaría de Gobernación el 21 de junio de 2019. Los atentados contra las mujeres aumentan y también los niveles de odio, cada vez más cruentos, están involucrados hombres cercanos a ellas, sus parejas, sus jefes, amistades, anteriores relaciones amorosas, relaciones de poder. Tenemos que agregar que el consumo de sustancias tóxicas por parte de los agresores, que acarrea agresiones extremas y exacerba prácticas de odio que pone en riesgo la vida de muchas mujeres. Las muertes violentas de mujeres no necesariamente están vinculadas al crimen organizado, aun cuando el agresor sea consumidor o narcomenudista. Hemos visto como se aprovechan de las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres, como es su situación de madres solteras, de carencia de empleo, de patrones sistemáticos de violencia, de su escasa educación escolarizada, de alejamiento de sus familias, de situaciones de estrés. Son presa fácil de depredadores que las utilizan para la venta y distribución de drogas. En esta reflexión pensemos en el contexto de violencia generalizada que viven las mujeres en la entidad. Las instituciones de la administración pública tienen la responsabilidad de establecer políticas públicas orientadas a alcanzar la erradicación de las violencias contra las mujeres. Sin embargo, en lugar de ello, se han dedicado a hacer activismo de las oficinas gubernamentales, lo que pone en riesgo la implementación de medidas estratégicas que efectivamente empiece a dar frutos. La federación a través del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la violencia contra las Mujeres ha invertido más de 50 millones de pesos para la construcción y equipamiento de cinco Centros de Justicia para las Mujeres que no prestan la atención, el apoyo necesario y suficiente que las mujeres demandan. El Municipio de la capital potosina, ha gastado cantidades millonarias en financiar organizaciones no gubernamentales que no alcanzan siquiera para visibilizar la problemática que enfrentan cientos de mujeres todos los días. Es imperativa una estrategia de reeducación para las personas generadoras de violencia. Nadie quiere tomar la batuta para este tema, hay ejercicios acertados que ha realizado la Secretaría de Salud, el DIF Estatal, en donde se trabajan con grupos de autoayuda para los hombres que solicitan apoyo en el cambio de sus hábitos y de su conducta con respecto de las mujeres. Las muertes ocurridas este fin de semana en el Estado nos exigen una profunda reflexión a la sociedad entera, para tomar conciencia e incluso las calles cuando tenemos conocimiento de un hecho criminal hacia una mujer. Las estrategias urgentes para erradicar la violencia contra las mujeres:
Una, trabajar de manera inmediata en el cambio y en el proceso de reeducación de los hombres generadores de violencia. Estos cambios tienen que ser transversales en todos los niveles escolarizados o no. Dos, sensibilizar y además actuar en consecuencia con las personas servidoras públicas que no trabajen con perspectiva de género en la resolución de los casos de violencia contra las mujeres y de investigación en los delitos de feminicidios.