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¿Qué caso tiene que los padres se empeñen en seguir teniendo a sus hijos en casa, cuando su propio hogar es el primer factor de riesgo de contagio?
22:07 lunes 21 junio, 2021
ColaboradoresInjusto, pero totalmente injusto es que queramos seguir teniendo a nuestros niños encerrados en nuestras casas, en aras de querer protegerlos de la pandemia del COVID-19, cuando muchos de sus padres están gozando del semáforo epidemiológico verde. ¿Cuántos de ustedes conocen a padres de familia que están organizando reuniones, fiestas… o van al antro, al bar o al restaurante? Es profundamente inaudito que queramos seguir teniendo a nuestros niños enclaustrados como si hubieran cometido algún delito, porque muy pocos están siendo conscientes de que existen infantes que no tienen hermanitos, que son hijos únicos, que llevan cerca de más de un año sin poder jugar o interactuar con un semejante. La salud emocional es primordial para estos tiempos de pandemia y me parece que los adultos hemos cometido un error demasiado grande en privarles del derecho elemental de cada niño: el de ser felices. Cito las palabras que el Dr. Fernando Díaz Barriga, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; me dijo en una entrevista sobre este tema: “Las escuelas no contagian, son los padres de familia los que no pueden garantizar una burbuja sanitaria para sus hijos”. Si los padres o tutores no están dispuestos a garantizar un contexto libre de algún posible contagio por COVID, ¿Qué caso tiene que se empeñen en seguirlos teniendo en casa con las clases en línea, si su propio hogar es el primer factor de riesgo de contagio? De verdad, estamos siendo egoístas con nuestros niños, la pandemia ha demostrado que ésta es una pandemia de “sobrevivencia” pero no debe ser una opción “barata” si me permite decirlo, el que se castigue el lado más puro de los niños, el de poder convivir, aprender y jugar con sus iguales… tener a un pequeño conviviendo permanente con adultos es peligroso y hasta cruel; nada ni nadie puede estar por encima del derecho elemental de un niño… el derecho a ser felices, un valor que debe estar hasta por encima de la voluntad de sus padres. Nos leemos la próxima semana… hasta entonces, hasta siempre.