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En México los compadrazgos, el nepotismo o el enquiste de grupos que buscan el poder y el dinero, es una arraigada y nociva manera de operar en todos los espacios públicos
00:06 miércoles 24 junio, 2020
ColaboradoresEn días pasados se llevó a cabo la elección para la designación, de los directores de las 18 facultades y entidades de zona, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí para el periodo 2020 -2024. Situación que anteriormente se daba de manera muy simple, práctica y operativa en consecuencia de los perfiles cercanos al Rector entrante, con la intención de formar un grupo con afinidad de perfiles. Llamo la atención en esta ocasión, la apertura democrática que se dio en este proceso que fue secundado, a la elección del pasado mes de abril del rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Dr. Alejandro Zermeño que por primera vez “se abrió” para ser cien por ciento democrática, dejando en el pasado aquella “regla no escrita” que el Secretario en funciones se convertía en automático en el siguiente Rector. Estas nuevas y valiosas historias de éxito de la democracia, además de llenarnos de esperanza, nos hace pensar lo que hemos visto en los últimos años, en otros espacios donde no ha existido esta “poderosa herramienta” y útil forma de gobierno, orden y justicia, que no siempre se utiliza adecuadamente, para manifestarse de manera manipulada, tanto en las instituciones públicas, como en las privadas así como en muchos espacios públicos, donde la tentación de designar a alguien cercano, a modo o como pago de favores políticos, se obliga a quebrar la democracia y las oportunidades de ser electo y ser votado. En México los compadrazgos, el nepotismo o el enquiste de grupos que buscan el poder y el dinero, es una arraigada y nociva manera de operar en todos los espacios públicos. Pero que sano es que se vea y se sienta la democracia, que se convierte en un equilibro de presiones y posturas, pues además de ser saludable es una manera de dar fortaleza a quien va a ejercer un cargo y esa fuerza se trasforma en una responsabilidad a quien asume un compromiso importante, para además obtener el privilegio de rendir cuentas. Que sano seria que este ejercicio democrático se extendiera a los cargos públicos tanto a los de elección popular, como a los cargos que se designan en tantas instituciones que forman la estructura publica en México. Obtener a partir de esto un servicio profesional de carrera, que garantizará que democráticamente, los mejores profesionistas, los más capaces y más preparados, sean quienes ocupen los mejores espacios. De esa manera llegarían a los cargos de responsabilidad y decisión los mejores, los más preparados y los que asumen el mayor compromiso para su actuar. Ya no veríamos Diputados que compraron su curul, o lo obtienen a partir de favores políticos o prebendas, ni directivos que son parientes de alguien, o que son parte de un grupo político sin mayor experiencia ni conocimiento de su cargo, historias como esta están llenas los espacios públicos, con una estela de injusticia y frustración profesional. Es por eso que el servicio público en muchas ocasiones carece de perfiles de gran capacidad, boicoteando a los que de verdad tienen la experiencia y los conocimientos para el desempeño de un cargo o responsabilidad. Cada 3 o 6 años llegan “los nuevos” quienes tienen más poder que capacidad, más canonjías que compromiso, más poder para dar órdenes a quienes tienen más conocimientos, responsabilidad y preparación en el área, pero mucho menor sueldo. Construyendo en la burocracia un gran monstro que además de ser grande y voraz, es poco productivo y efectivo, harto injusto, sin manera de escalar donde todos saben que así ha sido, así es y así será. Como también esta falta de democracia, en la elección de quienes van a una elección, construye Cabildos y Congresos, llenos de perfiles sin más méritos, ni capacidad (mucho menos preparación académica) que no saben ni conocen los alcances de su cargo y se pierden 3 años sin logar nada, más que llenar a tope el ego. Si se usara la democracia para la elección de funcionarios públicos, ya no veríamos Secretarios de Estado, ni funcionarios municipales, color gris obscuro que no tienen ni el perfil, ni la experiencia para el cargo, que solamente llegan a cobrar los favore$ políticos que se dieron al candidato en campaña, dejando en el camino, a quienes tienen más experiencia, preparación académica y capacidad para el cargo. Esperemos que la lección que nos dio la Universidad, se convierta en un recordatorio para poder tener muy pronto, democracia para todos en todos los espacios, para la elección de los perfiles que llegan al servicio y la representación publica, para que la burocracia se convierta en un gran espacio altamente capaz, que sea también de aspiraciones por lo grande que se puede ser, al estar ahí y no por lo mucho que se puede ganar sin mayor esfuerzo como hoy significa.
Seamos justos, seamos mejores!
Jorge Armendáriz Gallardo
Correo: [email protected]
Twitter: @Potosinos_slp