Los políticos mexicanos cuando se convierten en mandatarios o funcionarios son sumamente hábiles, ingeniosos, talentosos e inteligentes para encontrar las formas de brincar la ley o hacerla de forma que se pueda evadir. Ahora que se acaba de aprobar la llamada Ley de Austeridad aquí en San Luis llevamos años escuchando esa cantaleta falsa de la austeridad en el gobierno. Resulta que durante años, como ya lo mencioné antes los funcionarios se la ingenian para mentir y no respetar la ley de trasparencia tratando de emir una supuesta austeridad que no existe. En la Plataforma Estatal de Transparencia todos los secretarios del gabinete del Gobierno de San Luis Potosí publican que tienen percepciones netas de 33 mil pesos (que ya incluye sueldo, bonos y compensaciones) lo cual es totalmente falso y nadie lo va a creer, porque basta revisar sus declaraciones patrimoniales donde resulta que indican tener ingresos netos en promedio de 125 mil pesos. De la misma forma esta la Auditoría Superior que publica ingresos que en verdad son duplicados mediante jugosas compensaciones secretas. La mayoría de ayuntamientos hace algo parecido o de plano las percepciones del presidente municipal y demás integrantes del cabildo de plano ni las publican.  Pero regresando a lo que se aprobó en la Ley Federal de Austeridad, se señala que ahora se deberá tener un gobierno republicano eficiente, austero y que en teoría ayudará a terminar con la “burocracia dorada, que se llenó de lujos y oropel y toda esa faraónica parafernalia, lastimando enormemente al país. Además queda prohibido utilizar las atribuciones, facultades o influencia que tengan los servidores públicos por razón de su empleo, cargo o comisión, para que designen o se contrate personal de confianza, estructura, de base o por honorarios en el servicio público a personas con las que tengan lazos de parentesco o vinculo de matrimonio o concubinato.  A su vez destaca la limitante de 10 años para que un servidor público de mando superior en adelante pueda ocupar puestos en alguna empresa que haya supervisado. Hasta aquí todo suena muy bonito, esperanzador y que provocará ese cambio tan esperado. Sin embargo, poco a poco se irán descubriendo como diversos funcionarios evadieron la ley para pasarse por el arco del triunfo esta nueva ley de austeridad. Al tiempo.