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#ESNOTICIA
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Por lo anterior, es imprescindible abordar el tema desde su concepto, ya que la Real Academia Española (RAE) define el verbo linchar como “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo” y de la misma manera establecer que los linchamientos implican una violación al artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos ya que no respetan la presunción de inocencia, además de imponer tratos denigrantes a la persona.
08:39 sábado 29 septiembre, 2018
ColaboradoresLos linchamientos se han vuelto cada vez más recurrentes en las localidades del país y San Luis Potosí no está alejado de esta realidad, ya que últimamente grupos vecinales y colonos de algunos sectores de la capital, se han organizado para detener y lesionar gravemente a los presuntos delincuentes, ¿pero por qué surge esta realidad? y ¿cuál es el motivo que orilla a la sociedad a desarrollar estos actos colectivos?, los habitantes aseguran que es la única forma de hacerse justicia y dar un escarmiento a los delincuentes que tienen asoladas a sus comunidades, por lo cual es obligatorio desde la academia tocar estos fenómenos y tratar de analizar con respuestas objetivas algunas de las raíces que engendran el problema, porque de no hacerlo el estado Potosino estará en muy poco tiempo sufriendo estos fenómenos como han sucedido en el Estado de Puebla, Chiapas, así como en el Estado de México. Por lo anterior, es imprescindible abordar el tema desde su concepto, ya que la Real Academia Española (RAE) define el verbo linchar como “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo” y de la misma manera establecer que los linchamientos implican una violación al artículo 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos ya que no respetan la presunción de inocencia, además de imponer tratos denigrantes a la persona. En los últimos 26 años se han registrado al menos 366 casos relacionados con el linchamiento en diferentes entidades de la República Mexicana, fenómeno que se registra principalmente en la zona centro-sur del país. En el reciente Observatorio de Seguridad Publica de la Licenciatura en Criminología se han estado trabajando algunos datos importantes para establecer elementos asociativos de Linchamiento a los siguientes delitos: 50% por robo; 16.2% por atropellamiento y otros accidentes viales; mientras que entre 6 y 7% por denuncias de violación, asesinato o secuestro concluyendo que el promedio del número de linchamientos anuales en 32% a escala nacional. Los linchamientos son crímenes ocasionados por multitudes, lo que puede generar impunidad por lo que de acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) cuando hay un linchamiento es porque ya hubo una impunidad, los ciudadanos que toman la justicia por su propia mano desconfían de la justicia por parte del gobierno. Los picos de linchamientos son aquellos crecimientos atípicos en la cifra de eventos que se registran. Ejemplo de esto sucedió en 1997 con 27 casos, en 2010 con 47 casos, en 2013 con 40 y como lo podemos observar el periódico El Universal alertó acerca del crecimiento del número de linchamientos pues refirió que en los últimos “cuatro años se registraron en México más casos que en los 24 años previos”. En la LXIII Legislatura no se han presentado iniciativas para el tema de linchamientos, por lo que es un tema pendiente de revisión y discusión tanto en Cámara de Diputados como en el Senado de la República y de igual manera tampoco en la legislatura saliente del Estado Potosino se han preocupado por conformar un mapa de comportamiento social hacia este tipo de fenómenos. Las leyes mexicanas buscan evitar la aplicación de la justicia por propia mano y por ende evitar los casos de linchamientos al fijar las funciones de los tribunales y el Poder Judicial. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 17 párrafo I, el Código Penal Federal en sus artículos 16 y 321, además de diferentes jurisprudencias y leyes estatales conforman el marco jurídico para evitar este tipo de actos. Por último, el ciudadano potosino no debe de perder la capacidad de asombro a estos fenómenos, y a mi modo de ver, es obligatorio, así como emergente priorizar iniciativas en esta nueva Legislatura, de tal modo que la actividad parlamentaria estructure protocolos de actuación y atención a estos fenómenos sociales, ya que las fuerzas de seguridad, poco a poco están quedando desbordadas ante tales amenazas, en donde todos y cada uno de nosotros puede ser víctima de una confusión social o consecuencia de una turba enardecida.