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Madre acusa omisión de encargados y falta de capacitación; Protección Civil estatal asegura que integrantes del campamento fueron capacitados
23:16 lunes 23 julio, 2018
San LuisLlevó a su hijo a un campamento de verano con la ilusión de que disfrutara de su tiempo libre, de que se divirtiera, de que hiciera nuevos amigos, pero el sueño de diversión se convirtió en un calvario. Le entregaron a su hijo con el ojo irritado, lleno de tierra y cal y hasta el día de hoy el tratamiento médico continúa.
Nelly Gómez, madre del menor afectado, narra a GlobalMedia que llevó a su hijo al campamento del Instituto Potosino del Deporte (Inpode), porque el año pasado se divirtió mucho y creyó que este año ocurriría lo mismo, pero no fue así. La madre acusa que se encontró con personal poco capacitado y que gracias a su descuido se puso en riesgo la salud de su hijo. Una mañana lo llevó al campamento y se retiró del lugar. A las 2 de la tarde regresó por él, pero todo había cambiado. Durante la mañana otro niño del campamento le arrojó tierra en los ojos, por lo que el infante agredido se molestó y empezó a pelear con el agresor. Los organizadores, al darse cuenta del incidente, en lugar de atender al niño al que le habían arrojado tierra en los ojos lo regañaron por pelearse y siguieron con las actividades del día. Ni siquiera se percataron de que el incidente había ocurrido en un campo de beisbol y que no solo le habían arrojado tierra, sino también cal, sustancia que se utiliza para marcar los campos. Al paso de las horas el ojo del menor lucía cada vez más irritado, pero cuando llegó la madre por él solo le dijeron que le pusiera manzanilla y que al día siguiente amanecería como nuevo.
La madre cuestiona: “¿por qué no le lavaron los ojos en el Inpode?, ¿por qué no me llamaron y me avisaron para llevarlo al médico en carácter de urgente?. Hice lo que me dijeron, todavía les creí, pero al día siguiente mi hijo tenía el ojo completamente hinchado, pegado, lo llevo con el coordinador del camping y todavía me dice que le haga como pueda, que es mi responsabilidad”. Nelly llevó a su hijo inmediatamente al Hospital del Niño y la Mujer, donde le dijeron que posiblemente tenía una lesión corneal, porque no solo le habían arrojado tierra, sino cal y que era urgente que lo llevara al Hospital Central para que lo revisara un especialista. En el Hospital Central la oftalmóloga dio el diagnóstico final: queratitis química grado 1, que no es otra cosa que quemadura por cal. El medicamento le costó 900 pesos, pero en el hospital le dijera que el fuera al campamento, porque estos eventos deben contar con un seguro médico. Cuando la madre regresó al campamento el encargado reconoció que efectivamente cuentan con un seguro para los asistentes y le pidió que le dejara la receta, para que le pagaran los gastos médicos. La madre le reclamó: “¿por qué no me dijo antes?” De respuesta solo recibió silencio. Ignacio Benavente, director de Protección Civil estatal, asegura que lo primero que debieron hacer los responsables fue lavarle el ojo al niño y dependiendo de la gravedad trasladarlo a una unidad médica.
La madre ve una negligencia de parte de los responsables del campamento. “Una omisión de parte del coordinador, no me dijeron que había sido cal, no me canalizaron al servicio médico, para ellos no fue relevante, esperaban que ni hijo trajera el ojo colgando para atenderlo, esa es mi mayor molestia. Por eso pienso presentar una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH)”. Benavente se mostró sorprendido con la noticia, porque apenas el pasado 16 y 23 de junio capacitaron a los responsables de ese campamento tanto en primeros auxilios, como en situaciones de riesgo. Agrega que a Protección Civil municipal corresponde revisar este incidente. De encontrarse responsabilidad el campamento del Inpode sería amonestado y tendría hasta 5 días para mejorar sus condiciones.