Downing Street se ha sumado a la marea de quejas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en torno a una serie de mensajes de duro contenido anti Islam que ha retuiteado a través de su cuenta. "Es erróneo que el presidente haya hecho esto", reconoció el portavoz de la primera ministra y aliada aparente, Theresa May. El líder laborista, Jeremy Corbyn, lo denunció como una acción "aberrante, peligroso y una amenaza para la sociedad". Trump difundió en su cuenta de Twitter una cadena de mensajes obscenos lanzados por la vice líder del grupo británico de ultra derecha, Britain First. Jayda Fransen difundió videos e imágenes de musulmanes atacando violentamente a un niño y destruyendo una figura de la Virgen, aunque la veracidad de los contenidos no se ha constatado. "Britain First intenta dividir comunidades usando narrativas de odio que contienen mentiras y provocan tensiones ", señaló el portavoz de la primera ministra. May está en Jordania en la primera jornada de una visita de tres días por Oriente Medio. La dirigente del grupo neonazi tiene antecedentes penales por acosar e intimidar a una musulmana en la ciudad inglesa de Luton. Además, está acusada de "lenguaje o actitud amenazante, abusivo e insultante" en un juicio previsto de celebrarse en Belfast antes de final de año. El colectivo antifascista Hope not Hate ha organizado una carta de protesta contra el presidente Trump que se remitirá al Embajador de EEUU en Reino Unido. "Es inaceptable y no vamos a permitir que siga ahí sin oposición", retó el director de la ONG Nick Lowles en un correo enviado a Sputnik. Diputados laboristas han exigido la revocación de la invitación que May cursó a Trump para visitar Reino Unido apenas inaugurado su mandato presidencial. La invitación sigue en pie aunque el viaje se ha demorado desde su fecha prevista inicialmente en torno al verano de 2017. --

EL ZOCALO