Los drones, vehículos aéreos no tripulados, han dejado de ser un pasatiempo para convertirse en herramientas valiosas para diversas operaciones, entre ellas las de rescate. Según el informe “More Lives Saved: A Year Of Drone Rescues Around The World” publicado por DJI, empresa de drones civiles y de imagen aérea, al menos 65 personas fueron rescatadas por drones en 2017. El informe recoge testimonios de agencias informativas y de seguridad pública de todo el mundo, incluye 27 incidentes en cinco continentes, en donde por lo menos 22 personas se encontraban en situaciones de peligro como quedar atrapadas por una masa de agua o expuestas a condiciones climáticas peligrosas. Cinzia Palumbo, senior brand manager en Latinoamérica para DJI, expone que rápidamente los drones han demostrado ser valiosos para las operaciones de rescate porque pueden cubrir grandes áreas más rápido que los buscadores por tierra; pueden usar cámaras termográficas para encontrar personas en la oscuridad, entre humo o vegetación; y pueden traer chalecos salvavidas, cuerdas de rescate u otros equipos. Por ello muchos servicios de rescate, departamentos de policía y bomberos ya están gozando de los beneficios de los drones y utilizan modelos profesionales para tener mejores resultados. “Usar drones para salvar vidas es un gran logro para los innovadores que construyeron los primeros modelos fáciles de usar hace pocos años. Esta tecnología inició como un proyecto para aficionados, después se convirtió en una herramienta para diversión de los usuarios. Ahora sabemos que al menos 124 personas en todo el mundo han sido rescatadas a lo largo de los años gracias a una tecnología que mucha gente cree que solo es un juguete. Esta es una muestra de que los drones tienen un gran potencial para mejorar la vida, y que las sociedades que fomentan la innovación pueden ver resultados rápidamente”, dijo la ejecutiva de DJI. Los drones utilizados en los rescates poseen características avanzadas. Palumbo ejemplifica que los drones de la serie M200 de DJI, con la cámara termográfica XT2, están especialmente diseñados para ofrecer a los rescatistas las mejores herramientas disponibles para hacer su trabajo. Los M200 pueden volar con mal clima, permanecen en el aire hasta 38 minutos, pueden alejarse hasta siete kilómetros del operador y transportar hasta dos kilogramos de equipo especializado. La cámara de imágenes térmicas XT2 puede mostrar fuentes de calor así como imágenes visuales tradicionales. Sin embargo, para su uso se deben cumplir políticas de regulación. Palumbo expone que es entendible que las autoridades de aviación quieran asegurarse que los drones cumplan con los estándares para garantizar la seguridad. “Al igual que cualquier otro usuario profesional de drones, las agencias de seguridad pública deben asegurarse de que sus pilotos están bien entrenados, comprendan las reglas y están al tanto de los peligros. Los reguladores deben equilibrar su necesidad de seguridad con las necesidades urgentes que enfrentan las agencias de seguridad pública cuando vuelan en emergencias”. Es por eso que DJI comenzó a compilar historias de personas rescatadas por drones en todo el mundo con el fin de mostrar a los reguladores, legisladores y al público en general, el valor de expandir la utilización de drones en la seguridad pública. “Nuestros informes son los primeros esfuerzos no solo para compartir historias convincentes de rescates, sino para mostrar que los drones son una herramienta establecida en la seguridad pública y que ya tienen un papel muy importante porque han demostrado que pueden salvar vidas”, concluye Palumbo.

  -- El Universal