Estoy escribiendo esto un viernes en la noche opinando de algo que pasó el domingo anterior, normalmente sería algo desfasado, algo que a nadie le interesaría por la volatilidad de las noticias en la actualidad porque nos llenamos tanto de información que a destajo desechamos información que no nos sirve o que no nos interesa, pero la noticia de Cruz Azul campeón a llegado y a pegado fuerte en el sentir de muchos aficionados al futbol, que ya querían ver a este equipo campeón, tanto así que esta noticia no ha pasado de moda, muchos aficionados seguimos viendo la repetición de el “Cabecita” metiendo el gol contra Acevedo y a Jesús Corona y “Catita” Domínguez cargando el trofeo de campeón con mucha algarabía y con un gran alivio de que se rompiera esa racha maldita. Este evento es muy particular, yo diría único en su especie, con un país tan dividido porque desde presidencia de la república así lo decretan, todos los aficionados a un deporte se unieron en apoyo a un equipo, y no me dejarán mentir, leí cientos de comentarios que decían: “No le voy al Cruz Azul pero la verdad es que ya les toca, ya quiero verlos campeón”; como si por momentos el deporte se convirtiera en un cuento de Disney, en donde al feo, al sobajado, al humillado, al que tanto a peleado hasta desgarrase las vestiduras, todos lo apoyaran para que este lograra su objetivo, así lo sentí y así es como sucedió, quedó campeón el débil de la historia, esta historia llamada futbol mexicano. Así lo sentí yo desde mi cuna azul, la cual nunca he ocultado y tanto así es que mensajes de este tipo me llegaron en racimos; ya no existía una rivalidad futbolística, ya no eran las ganas de que el rival perdiera para hacerle la burla otros 6 meses más, ya no era tratar de fregar al contrario, el domingo el ambiente se convirtió en una esperanza de que la historia tuviera un final feliz como un auténtico cuento de Disney, en donde la cenicienta es maltratada pero rescatada por el príncipe azul.  

Pero, ¿Por qué pasó esto? Siento que más de uno nos identificamos con el equipo, cuando ves que un equipo de 11 jugadores en donde el torneo anterior perdieron por cuatro goles en una noche desastrosa para la afición azul, con declaraciones como las del “Chaco” Giménez diciendo que su hijo ya no quería salir de su cuarto para jugar futbol, muchos nos sentimos asi de abatidos con situaciones de la vida, y eso unió al equipo y a los aficionados, el deseo y las ganas de salir adelante, de ver feliz al de junto de que al que siempre fue “bullyeado” con gusto dijera: ya soy campeón. Este Cruz Azul a pesar de que ya tiene una semana siendo el campeón de México no a pasado de moda, porque un sentimiento en conjunto no se disminuye rápidamente, porque el sentimiento de soportar tanta burla, tanto maltrato, tanta carrilla para llegar a un objetivo no es fácil. Entiendan mi sorpresa de que la algarabía continúe, porque usted recuerde, ¿Hace un año quien fue campeón?… ustedes díganme porque yo necesito buscar en internet para saber la respuesta, así de fugaz es la información, así de impactante es este título, no importa lo que pase, para un servidor, este equipo es el equipo de la década, el equipo que rompió una maldición, el equipo que era la burla de toda una nación, se convirtió -aunque haya sido por solo 90 minutos- el equipo predilecto de todo el país, así de grande son estos héroes de la nación azul.