Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Para entender las situaciones que nos presenta a vida, es necesario conocer un poco los antecedentes y la historia de las mismas, ello nos da un contexto diferente, distinto, al que un solo comentario generado en una red social, donde la valentía se esconde tras un pseudónimo o bien la arrogancia e imbecilidad adquirida.
00:02 jueves 27 diciembre, 2018
ColaboradoresDe Chile (Historiando ando) Estimados lectores, en víspera de la Navidad, en México tuvimos una noticia que estremeció de muchas maneras a la sociedad, aprovecho la ocasión para dar mis condolencias a la familia y a los Poblanos, por el lamentable fallecimiento de su Gobernadora, Martha Erika Alonso y su esposo el Senador Rafael Moreno Valle; suceso que ensombreció de alguna manera la tranquilidad y alegría esperada en noche buena por muchos. Sé que muchas personas no están de acuerdo en hacer comentarios sobre el lamentable suceso, desafortunadamente, en la vida pública, ni la muerte da tregua. Para entender las situaciones que nos presenta a vida, es necesario conocer un poco los antecedentes y la historia de las mismas, ello nos da un contexto diferente, distinto, al que un solo comentario generado en una red social, donde la valentía se esconde tras un pseudónimo o bien la arrogancia e imbecilidad adquirida. La historia de los Moreno Valle, tiene sus claroscuros, como todas las familias, sobre todo si vienen de una dinastía política, (como cualquier otra profesión); así vemos familias de médicos, empresarios, policías, artistas y por qué no, políticos y funcionarios públicos también, este es el caso de los Moreno Valle, que desde su abuelo, quien fuera Gobernador del Estado de Puebla, en su momento, han tenido una carrera pública que les ha dado alegrías y en muchos casos, sinsabores. Pero un suceso destacado fue el que le dió a los Moreno Valle, esa exposición mediática que no hubieran querido y que desafortunadamente terminó en su contra por diferentes circunstancias, le estoy hablando del padre de Rafael, Don Javier Moreno Valle, quien tenía la concesión del Canal 40, y Salinas Pliego, en un afán de quedarse con el canal, aduciendo a un convenio que tenían de colaboración, los derechos de transmisión, por lo cual este último, toma las antenas de transmisión en el cerro del Chuiquihuite, dejándolos sin poder transmitir y aduciendo el argumento de que “los tribunales no funcionan”, así que se hizo justicia propia un 31 de diciembre del terrorífico año 2000, dejando así las cosas. De Mole (Actualizando ando) En ese contexto y de extracción política priísta, Rafael Moreno Valle, al sentirse no tomado en cuenta (supongo yo), pues se cambia de partido y se va al ahora lastimado Partido Acción Nacional, en donde se hace harto amigo de su paisano, el aguerrido y elocuente Javier Lozano, formando, queriendo o sin querer, una corriente que se conoce como el “Morenovallismo”. Lo cual no me consta, pero suena a serie de “Netflis”. Ya en esos menesteres, se postula a la gobernatura y gana, dividiendo en su momento a la opinión pública, y dejando un Estado con las características de los gobiernos panistas de siempre, polarizados por las clases sociales, así como lo pueden amar y reconocer sus avances en desarrollo económico, la izquierda siempre cuestionando sus efectos sociales. Ya sabe que a nadie se le tiene contento, no importa a qué le tire. Su esposa, Martha Erika Alonso, se sube al tren de la contienda electoral y gana con un esfuerzo digno de la primer mujer Gobernadora del Estado, con sus sinsabores, como cualquier contienda, pero con el lastre amenazador del ahora Gobierno Federal, y por supuesto del insaciable Miguel Barbosa, mejor conocido entre las huestes tuiteras como el “bebé consentido” (dinosaurio pequeño caricaturesco en serie norteamericana). Nos puede o no, gustar la historia, eso es una decisión personal, de hecho puedo llegar a tener inconsistencias, pero eso no le quita a este momento, el pesar del fallecimiento de ambos personajes públicos, que no debiera ser un trampolín para nadie, ni para nada, pero lo es y lo seguirá siendo. Lo que se viene, no será nada agradable, se lo aseguro. Y pos... ¡Olé! (Como veo, doy) Se desploma en trágico suceso y en fecha inesperada, el helicóptero en donde iban viajando entre otros Martha Erika y Rafael, inmediatamente se empiezan a hacer especulaciones por todos, (no me diga que usted no lo hizo), pero lo interesante de la comunicación que se empieza a generar, es la que se respira y se ejecuta desde el nuevo gobierno, y por supuesto los colados. Existió un pésimo manejo de crisis, una terrible y polarizada comunicación, un sentir distinto al que se espera como sociedad y como gobierno. Empieza por un Fernández Noroña, en donde muy a su estilo, corriente y “claridoso”, avienta sus comentarios salvajes sin filtro; seguido por un Barbosa que no ha dejado de seguir tapando sus ideas con pretextos “infantiloides”. Por el otro lado, la oposición en general se ha desbordado en un momento ideal para integrar una estrategia que estamos todos seguros, durará todo el sexenio y no será nada agradable para nadie. Ojo, no estoy defendiendo a nadie, estoy describiendo, que es distinto (absténgase de crear polémica, mejor piénsele). En fin, todo este rollo es para decirle que la inexperiencia en manejo de crisis (no es lo mismo, generarlas que recibirlas) ha hecho que se vean sucesos como el acontecido en el funeral, en donde el abucheo fue intenso, firme y directo. Es tal el impacto que el “TT” en twitter fue “AMLOAsesino” y contrarrestaron con el hashtag “ConLaTragediaNo”, convirtiéndose en una guerra mediática digital en donde el morbo, la venganza y el oportunismo de todos, ha dejado a un lado el tristísimo suceso. No sé como vaya a terminar esto, lo que si le puedo decir, es que México no debe, no tiene, que entrar en esta dinámica, toda, porque las consecuencias, también son para todos. No tapemos el sol con un dedo, pero tampoco hagamos una revuelta en donde todos podemos perder. Hagamos justicia, tengamos un estado de derecho, y si las cosas no funcionan, hay que arreglarlas, y si las cosas tienen explicación honesta y real, busquémoslas. De última hora: Decir que hay “grupos mezquinos, de mala fe, hipócritas , corruptos, neofacistas, que están muy enojados por el triunfo del movimiento”, no debe ser el discurso, no estamos en campaña, no sigan polarizando, todos somos México. No se trata de desear mal a nadie, nada de refranes populares; se necesitan acciones, honestidad, transparencia y legalidad. Yo no quiero este México, y tú, ¿qué opinas? Sígame y escríbame en: Twitter: @Manuel_Galvan