Mason Rudolph, el quarterback de los Steelers de Pittsburgh, “parece estar bien”, de acuerdo con el entrenador Mike Tomlin, quien aclaró sin embargo el martes que el jugador sigue bajo el protocolo de conmociones cerebrales tras un golpe que lo dejó inconsciente en el partido del domingo. Rudolph se marchó del encuentro que Pittsburgh perdió ante Baltimore en tiempo extra. En el tercer periodo, Earl Thomas, safety de los Ravens, le propinó un golpe indebido en el mentón, utilizando su casco. Rudolph se desvaneció pero recuperó la conciencia y pudo abandonar el terreno caminando. Tomlin negó que una falla en el carrito que se acercó a Rudolph para retirarlo del terreno hubiera incidido en la decisión de que el mariscal de campo hiciera el intento por marcharse hacia los camerinos por su propio pie. Salió del campo porque decidió hacerlo y porque los expertos médicos se sintieron cómodos con su capacidad para caminar sin poner en riesgo su seguridad”, dijo Tomlin. “El hecho de que el carrito haya funcionado o no es irrelevante para la decisión de que él saliera caminando del terreno”.

Rudolph fue llevado a un hospital, donde se le evaluó, antes de recibir el alta. Visitó el lunes las instalaciones del equipo, pero Tomlin se negó a conjeturar si el jugador estaría disponible para la visita del domingo a los Chargers de Los Ángeles. Devlin Hodges, agente libre novato y quien no fue reclutado en el draft, jugará de inicio en caso de que Rudolph no se encuentre listo. Hodges jugó bien tras su ingreso en el duelo dominical. Completó siete de nueve pases para 68 yardas. Asimismo, corrió para una ganancia de 21 yardas, la cual antecedió a un gol de campo que dio la ventaja a Pittsburgh en el cuarto periodo. Obviamente, él carece de experiencia... pero me gusta su actitud”, dijo Tomlin acerca de Hodges. “Me gusta esa postura determinada. Pienso que eso puede ser una ventaja para él y para nosotros en las circunstancias presentes”.

-- Excelsior