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En lo formativo agradezco la autoridad de mis padres… y en lo publico me preocupa que solo vayan a “crucificar” a quien venda una factura falsa hasta hacerlo pedir perdón con las rodillas ensangrentadas
15:54 viernes 18 octubre, 2019
ColaboradoresCartas desde mi burladero…
San Luis Potosí, S. L. P., a los 18 días del mes de octubre del año de Gracia del tercer milenio y de la era cristiana de 2019
A MIS PADRES
QUE SON TODO Y POR TODO
PRESENTES.-
Queridos padres, en atención a lo ocurrió el día de ayer en nuestro país me gustaría compartir con ustedes algo que me preocupa, pero que, recordando la disciplina, educación, valores, formación, cimientos dignos en casa, honorabilidad, dignidad, honradez, respeto, moral y un sinfín de elementos que a la fecha sigo agradeciendo cuando mi “yo maldoso” -que no malo- me trata de envolver en sus garras. Y aunque “mea culpa”, no soy un ejemplo a seguir, al menos por ustedes puedo dormir tranquilo.
Los balazos y llantas que rechinaban en las calles de Culiacán, Sin. se escucharon en todo el mundo y por supuesto en todo México. Los “ires” y “venires” de militares y civiles armados que se enfrentaban a plena luz del día, en medio de las madres y salidas de escuelas, de los restaurantes y comercios cuyos parroquianos se echaban al piso para seguir grabando los videos y audios que, tan solo de escucharlos, causaron pánico en el cimbrado social y de seguridad ya no de nuestro México, de nuestra sociedad. No abundare en los datos y detalles de lo ocurrido ayer. Pueden acompañar esta lectura con el sonido del montonal de archivos en sus celulares y mejor ya bórrelos, porque, así como que abone mucho el estarlos replicando no crea que “esta padre”.
Mi reflexión es corta y me preocupa.
Me preocupa ya el nivel de violencia que desata la detención de un personaje “non grato” por parte de los suyos, sin medir tiempo y lugar. Pero esto, desgraciadamente, se ha convertido en “lo normal” y viene de la mano con lo desatado ayer y hoy.
Me preocupa la voz presidencial que hoy por la mañana firme dijo que: “Se tomaron decisiones que yo avalo”, que no valía “mas la captura de un delincuente que la vida de las personas” y su negativa rotunda a la pregunta sobre si su gobierno dejaba a México mal por esta decisión, retumbo en Palacio Nacional al decir contundente: “¡No!”.
Me preocupa también la voz del titular del gabinete de seguridad, Alfonso Durazo, quien reafirma su postura y hasta en nivel “sobrado” -con el respaldo presidencia ¿quién no?- no considera “tirar la toalla”. La decisión entonces, fue correcta. Ni hablar. Recuerdo mi infancia en “La Tlacuacha”. La disciplina formativa básica desde el hogar descansaba en el respeto a la autoridad, en este caso el padre y la madre. Peor cuando eran ambos y juntos, porque hasta en el hogar hay instancias: -“Papá, ¿puedo salir?”- -“Dile a tu mama…”- -“Mamá, ¿puedo salir? -“Dile a tu papá…”- -“Papá…”- -“¡Que tu mamá decida!”- -“Mamá…”- -“¡Te quiero aquí a las 2:00!”- Y tan-tan. La orden estaba dada. Pobre de mí o aquel que se atreviera, si quiera pensar en torcer una ceja al escuchar la regla. La sanción vendría a las 2:01… ¿”reincidir”? el solo pensarlo provocaba el llanto antes de la sanción. Impensable menos, tocar la fibra de la imaginación en tratar de amedrentar a la autoridad hogareña, en que si hay una sanción o represalia por sacar un 5 de calificación o llegar tarde un día y otro también “si me regañas, lo vuelvo hacer”, era palabras que no se tocaban, o al menos nunca se me permitió pensarlas. Por eso a mis padres GRACIAS. A los padres, madres, tutores, a quienes en ellos descanse la responsabilidad maravillosa y perenne como es la formación de un ser me dirijo con respeto y también GRACIAS. Me preocupa entonces que el estado mexicano haya preferido liberar a un capo de altos vuelos, evitando así la represalia mayor por parte del que infringe la ley, dejando a un lado la garantía de salvaguardar nuestra seguridad misma como sociedad, alegando que prefieren “recomponer el tejido social sin violencia” (Alfonso Durazo), ¿y sin sanciones también? ¿O solo “crucificaran” con todo el rigor de la ley a quien venda una factura falsa hasta hacerlo pedir perdón con las rodillas ensangrentadas? ¿Así va a ser?.
Me preocupa hoy en mi país el ESTADO DE DERECHO. Me preocupa también como gobernado, y lo digo a nombre de quienes me deben de sancionar o cuidar ¿dónde está la garantía por parte del estado de salvaguardar la seguridad de las fuerzas armadas, desde un policía municipal hasta un alto mando de la Guardia Nacional, quienes en el cumplimiento de su deber, función y servicio son espantosamente vulnerables?...
Discúlpenme, ya entendí esta pregunta. ¿Cómo pregunto eso? Si en la pasada marcha del 2 de octubre en la CDMX, los anarquistas pateaban a los policías, esperando estos que “las mamas, los papas y las abuelitas le dieran sus sapes” a los que infringían la ley. Me preocupa entonces la sociedad en la que vivimos. Sigo agradeciendo a mis padres. La formación es en esa micro sociedad tan inmensa por la diversidad de ideas, tan rica por la majestuosidad de lo que vale, y aunque pequeña por el tamaño de una mesa de reuniones familiares en las que convivimos, representa todo el universo que cuando cruzamos la puerta de nuestro hogar damos a nuestra sociedad.
En el hogar mis padres -la AUTORIDAD-, respetaban y se hacían respetar. Era, es y seguirá siendo formativo. En el hogar nosotros -los GOBERNADOS-, respetábamos a la autoridad. Era, es y seguirá siendo formativo.
Entonces la conclusión es que, tal vez, algunos no tuvieron esa formación… Yo si, y por ello, GRACIAS A MIS PADRES Y POR TENERLOS GRACIAS A DIOS.
Y adiós. Gustavo I. Robledo Guillén