La nueva normalidad se ha visto reflejada en las dependencias de la administración pública, tanto municipal como estatal, en donde regresaron a sus actividades de trabajo miles de hombres y mujeres que habían estado en distanciamiento social debido a la pandemia de COVID 19. Es importante que queden salvaguardado el bienestar de niños y niñas que deberán quedarse en casa al momento que ingresan sus madres o padres a laborar. La Oficialía Mayor del gobierno estatal emitió un comunicado en donde señaló que las personas que están en alta vulnerabilidad no deberán incorporarse al trabajo sino hasta agosto, hace mención sobre las madres que tienen hijos menores de 15 años para que puedan quedarse hasta el mes de agosto en sus hogares, e incluso en una medida de equidad, si ambos padres trabajan para el gobierno estatal se podrán turnar los días de sus jornadas laborales, para que acompañen en sus casas a hijos e hijas. Sin embargo, queda un gran grupo de personas que no alcanzan ese beneficio, sobre todo las personas que son trabajadoras de confianza, o por honorarios y tendrán que buscar las medidas de apoyo familiar para que les auxilien en el cuidado y la atención de sus hijos e hijas. Aquí hemos hecho énfasis en que esta pandemia ha sido de conflicto para todas las personas, pero particularmente para los niños, las niñas y los adolescentes que han tenido que quedarse en casa, recrudeciéndose en muchas ocasiones la violencia familiar que pudiera existir, pero por otro lado también la falta de atención, de cuidados, de acompañamiento en las actividades escolares. Es importante que no nada más como una acción afirmativa de buenas prácticas para alcanzar la equidad se rolen los padres y madres para asistir a sus hijos e hijas en casa, que es exclusivamente para trabajadores del gobierno estatal, es importante que se sensibilice a las industrias, al sector comercio, al sector de servicios, de la necesidad de que los niños y las niñas tengan el apoyo y la atención adecuada dentro de su espacio y permitan a sus trabajadoras jornadas reducidas con el mismo sueldo. Hemos hablado sobre los riesgos de la pandemia para la prevención de la violencia contra las mujeres, que de acuerdo a las estadísticas que han dado las autoridades aumentó considerablemente hasta un 30%, y tenemos que voltear a ver a los niños y a las niñas que son las víctimas indirectas de esa violencia familiar. La pandemia nos ha mostrado la ausencia de una comunicación entre las familias, la ausencia de una práctica saludable de relaciones interpersonales que ha orillado a muchas adolescentes a tener situaciones de conflicto con sus familiares y algunas han salido de casa, con los riesgos que esto implica por el clima de violencia generalizada que existe en nuestro entorno. ¿Qué hacemos?

A) Implementar estrategias y acciones por parte de instituciones públicas como son la Secretaría de Educación, de la Secretaría de Cultura, organismos de la sociedad civil, para que fomenten actividades virtuales dirigidas a la población infantil y a la población adolescente B) Atender de manera urgente las denuncias que se hacen por violencia contra niñas y niños, en donde se les mire como personas, conscientes de las necesidades específicas y atención concreta, brindarles ayuda psicológica. C) Cómo sociedad nos corresponde nunca minimizar una situación de violencia que nos expongan las infancias.