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Mayte Rodríguez
02:06 miércoles 15 julio, 2020
ColaboradoresDe acuerdo a nuestra Constitución Política Mexicana y a la reforma educativa promulgada en 2019, el reconocimiento y desarrollo de la Primera Infancia debe ser garantizada por el Estado con el apoyo de las familias. Sin embargo, esto se va al traste con el anuncio del mega recorte en presupuesto a los programas gubernamentales que deben dar cause al mandato legal.
Seamos claros, un recorte presupuestario, más allá de los argumentos del gasto social y la conclusión de los “megaproyectos” del presidente (sí, del presidente) no puede dejar a la deriva los derechos humanos de más de diez millones de niñas y niños entre 0 y 6 años en el país.
Este gobierno no puede mandar con solo un plumazo dar marcha atrás par cumplir con este derecho o derechos de los más pequeños. El principio del interés superior de la niñez obliga a todos a brindar una consideración especial a los niños ante cualquier decisión que incida en la oportunidad de su desarrollo al máximo, aunque estas tengan que ver con el dinero que se destina precisamente a estas oportunidades.
El decreto presidencial de abril pasado que indica el “NO ejercer el 75% del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales y materiales y suministros” significa un recorte monumental al presupuesto disponible de programas que cubren acciones fundamentales para el cuidado de la salud, educación y restitución de derechos de las y los menores de 6 años, como son salud materna, libros y materiales educativos, educación inicial y básica comunitaria, guardería, estancias de desarrollo infantil, entre otros.
Desde diversas organizaciones de la sociedad civil y la academia nos estamos organizando y pronunciando por dar marcha atrás con este decreto ya que consideramos una burla para las nuevas generaciones estas acciones. Esto, lejos de seguir una línea de desarrollo en el futuro, abrirá aún más la brecha de desigualdad que impera en nuestro país. Y estaremos repitiendo las historias de los que al inicio de la década les nombraron los invisibles.
Pro ejemplo, es esperanzador como desde el Pacto por la Primera Infancia donde 172 organizaciones de sociedad civil, que se dedican a la defensa y promoción de todos los derechos de millones de niños y niñas en México enviaron una carta abierta al presidente para hacerle de su conocimiento esta situación apremiante, así como las posibles consecuencias de esta decisión. Ante ello, como ciudadana, me sumo al llamado emplazando a nuestros legisladores locales para saber qué están haciendo para contrarrestar este panorama y garantizar a los más pequeños el derecho a una atención de calidad en sus primeros años de vida desde las familias.
Sn duda, desde la escuela y la comunidad, hacemos lo humanamente posible con los recursos que tenemos, el recorte vienen a pegar aún más en aquellas personas en situación de vulnerabilidad. Si a esto le sumamos que la crisis económica que ya empieza a asomar sus consecuencias, el resultado será desastroso no solo con nuestro presente sino con aquellos que han venido al mundo con la esperanza de vivir mejor que sus padres.
Es momento de sumarnos a la causa, de exigir a aquellos que han decidido representarnos en los cargos de poder y autoridad para que cumplan y honren su palabra hasta ahora en el papel y con discursos demagógicos. Busquemos la manera de converger como sociedad civil para que las niñas y niños mas pequeños, no pasen de ser invisibles a ser llamados los olvidados. * Pedagoga con Maestría en Innovación Educativa, con 8 años de experiencia en intervención escolar en preescolar en el sector público y privado en San Luis Potosí. Contacto: [email protected]