En este Mundial, Guillermo Ochoa no será quien regale unos guantes con dedicatoria, sino quien los reciba. Luego de conocerse la historia del aficionado Gilberto Martínez, quien perdió a su familia pero viajó a Rusia 2018 para honrar el viaje que tenían planeado antes del fallecimiento de sus miembros, el arquero de la Selección Mexicana reconoció que ese caso es una motivación especial. Martínez sufrió la pérdida de sus dos hijos y esposa por un accidente automovilístico en Florida. Su psicóloga le recomendó ir al Mundial para cerrar el ciclo y para ello también fue relevante un mensaje que Ochoa le envío semanas atrás, para decirle que sus familiares serían ángeles que le ayudarían a volar en cada lance. “Sí, todo fue así, salió a la luz pública, pero lo que tenga que decirle se lo diré en privado (a Gilberto), no me interesa que se haga público, lo importante es que él esté bien y que él y su familia nos acompañen también”, expresó el portero. Martínez ofreció una entrevista al Diario Clarín de Argentina, donde explicó que no cambió reservaciones de vuelos ni hoteles, que compró boletos para el Brasil-Costa Rica porque su hijo quería ver a Neymar y que viajó de Moscú a San Petersburgo en tren porque así lo prefería su esposa. También mencionó al diario que tuvo el acercamiento con Ochoa porque es amigo de su representante. El aficionado vivió el Día del Padre el domingo pasado en el Estadio Luzhniki del triunfo de México sobre Alemania, con los Fan ID’s de sus hijos y esposa colgando del cuello. Este sábado también estuvo en Rostov para el juego del Tri contra Corea, al que acudió con una playera con los nombres: Vero, Diego y Mía.

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Mediotiempo