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Aún no empezamos ni las precampañas electorales y ya se vislumbra un escenario de impugnaciones para el proceso electoral 2018. Y para colmo de males, los responsables son los diputados.
22:49 lunes 20 noviembre, 2017
ColaboradoresAún no empezamos ni las precampañas electorales y ya se vislumbra un escenario de impugnaciones para el proceso electoral 2018. Y para colmo de males, los responsables son los diputados, que lo único que han hecho es hundir en una severa crisis de credibilidad al Congreso del Estado. Resulta que 50 potosinos aspiran a una candidatura independiente, sea para competir por una alcaldía o por una diputación local. Se trata de una cifra muy alta, si se le compara con el número de independientes que compitieron en 2015. Pero muchos se quedarán en el camino y no por falta de ganas, sino porque los legisladores dejaron un “conflicto” en la ley. Aunque los independientes alcancen el número de firmas que les exige el Ceepac, sólo uno tendrá derecho a aparecer en la boleta: el que más firmas recabe. ¿No le parece un absurdo? Nuestros diputados convirtieron la elección entre independientes en una batalla para ver qué aspirante junta más firmas. Cuando el objetivo era simple y llano: que se alcanzara el número de firmas exigidas y listo. Pero el escenario no será sencillo. Abogados consultados por GlobalMedia advierten que lloverán impugnaciones, ya que a nivel nacional no se establece esta limitante. Los ánimos podrían caldearse de tal manera que otros auguran que se presente un recurso de inconstitucionalidad, porque se está limitando el derecho de votar y ser votado. Legalmente ya no se puede hacer nada, porque no se puede cambiar una ley cuando un proceso electoral está en marcha, pero lo menos que deberían hacer nuestros diputados es salir a dar la cara y explicar las razones, de por qué “se les fue” este pequeño detalle. Pero como siempre guardan silencio, minimizan sus errores, esconden la cara en la tierra. Y no es la primera vez que sucede algo así en el Congreso. Tribunales los han obligado a volver a realizar procesos de selección, pero no aprenden la lección.
Debería de darles vergüenza, pero no… hace mucho que la perdieron.