El cierre de los ductos de Pemex no sólo ha afectado el abasto de combustible, sino que ha impedido a las fuerzas federales llegar a tiempo a las tomas clandestinas para detener a los huachicoleros. Arturo Velázquez Bravo, subdirector de Salvaguardia de la petrolera, indicó que la suspensión del flujo les impide conocer el lugar exacto en el que se perfora una tubería de manera ilegal. Frente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, explicó que, al cerrar los ductos, los sensores se desactivan de manera automática, dejando prácticamente "ciega" la ruta. "Cuando se suspende el funcionamiento de un ducto, cuando se cierra, se cierra el flujo, los sensores del ducto dejan de funcionar. Contamos con un sistema en buena parte de los ductos, especialmente los más importantes como el Tuxpan-Azcapotzalco; al dejar de funcionar los sensores, dejamos de saber el lugar exacto en donde se está produciendo el daño", dijo el general. "Al quedarse ciego el ducto no tenemos posibilidades de detenerlos. El motivo por el cual se están generando algunos sabotajes, creemos, es para dejar ciego el ducto y para que los delincuentes obtengan la impunidad". El general señaló que, para evitar que eso ocurra, se reforzará la vigilancia presencial en el ducto Tuxpan-Azcapotzalco, que es el que surte de combustible al Valle de México. Detalló que, a lo largo de los 311 kilómetros, se desplegarán 850 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, con la finalidad de que cada cuerpo supervise un promedio de 160 kilómetros cada uno. Con esta decisión, la presencia de las fuerzas armadas en la zona tendrá un incremento de 350 elementos, ya que, hasta ahora, se habían desplegado 500 militares, marinos y policías federales. Para garantizar la seguridad de este ducto, las fuerzas armadas asignarán a 16 comandantes, que tendrán bajo su mando un total de 32 células. El reforzamiento de operativos incluirá vigilancia aérea, con helicópteros que sobrevolarán la zona durante el día y la noche para conseguir mejores resultados.

Quinto sabotaje El ducto Tuxpan-Azcapotzalco, que abastece de combustible a la Ciudad de México, fue saboteado por quinta ocasión, por lo que quedó fuera de operación, informó ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador. "Ayer (lunes) salió de operación el ducto Tuxpan-Azcapotzalco y se está actuando con rapidez para reparar los ductos con la seguridad que se tiene que tener en estos casos para no poner en riesgo la vida de trabajadores y de ciudadanos", indicó. "Es una operación muy riesgosa de la gente que lleva a cabo estas acciones deliberadas para afectar el abasto de combustible". El mandatario informó que ese ducto transporta 170 mil barriles diarios, por lo que el impacto resulta muy negativo para la zona. "Cuando lo pinchan nos pega", reconoció. El tabasqueño anunció que el próximo martes realizará un recorrido por el ducto Tuxpan-Azcapotzalco. A su paso por las comunidades, dijo, llevará a cabo asambleas con los pobladores de las zonas en las que se han registrado tomas clandestinas. -- Reforma