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El pasado martes se cumplió un mes de las elecciones presidenciales de Perú, dichas elecciones, de por si inéditas, siguen rompiendo paradigmas ya que aún hasta el día de hoy, y a menos de tres semanas de la toma de posesión, no se ha declarado un ganador
22:08 viernes 9 julio, 2021
ColaboradoresEl pasado martes 6 de julio se cumplió un mes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, que causaron una gran atención de la comunidad internacional dada gran polarización que enfrentó por primera vez a la extrema izquierda representada por Pedro Castillo, con la extrema derecha de Keiko Fujimori. Dichas elecciones, de por si inéditas, siguen rompiendo paradigmas ya que aún hasta el día de hoy, y a menos de tres semanas de la toma de posesión, no se ha declarado un ganador.
Cabe resaltar, que previo a este momento Perú ya se encontraba desde el 2018 en una crisis política, derivado de la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski por parte del Congreso unicameral controlado en ese momento por Keiko Fujimori. Dicho procedimiento de destitución, se repitió en 2020 con el presidente Martín Vizcarra, resaltando nuevamente la fricción principalmente por acusaciones de corrupción entre el congreso y la presidencia, lo que provocó grandes manifestaciones sociales, acompañadas de diversos cambios en el ejecutivo resultando en tener a 3 presidentes en tan solo una semana.
Dicha fragmentación política, se evidenció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, ya que se presentaron 18 candidatos. Sorpresivamente, las contiendas dieron la victoria a Pedro Castillo, un perfil desconocido sin antecedentes en la política, quién no lanzó una campaña ya que entró a la contienda con tan solo 5 días previos a los comicios. En segundo lugar, se posicionó Keiko Fujimori.
Es así, como el 6 de junio se llevó a cabo la segunda vuelta electoral entre Pedro Castillo, profesor rural y dirigente sindical que se dio a conocer a nivel nacional al liderar la huelga magisterial de 2017, y Keiko Fujimori, quien al ser hija del polémico ex presidente Alberto Fujimori, cuenta con una amplia trayectoria en la política siendo este año la tercera elección presidencial consecutiva en la que llega a la segunda vuelta, y que igual que su padre, cuenta con antecedentes penales al pisar la cárcel en 2018 y 2020 por de lavado de dinero dentro del caso Odebrecht.
La polémica elección, dio la ventaja de 44,058 votos a Castillo obteniendo un 50.1% sobre Fujimori con el 49.9% de los votos. Sin embargo, Fujimori señaló un “fraude sistemático” por lo que la autoridad electoral (ONPE) aún no ha declarado a un ganador, dando espacio a la revisión en manos de Jurado Nacional de Elecciones (JNE). A inicios de la semana, se rumoraba la posibilidad de repetir las elecciones, sin embrago en días pasados el JNE dio a conocer que la mayoría de las 802 solicitudes de nulidad (anulación de toda la votación de una mesa por fraude, irregularidades en la instalación de la mesa, impedir votar a los ciudadanos, o permitir la votación de ciudadanos no registrados) que representan aproximadamente 200,000 votos, fueron rechazadas. Por lo que se estima tener al ganador a mediados de julio, dejando solo días de transición previo al cambio de gobierno el 28 de julio, estimando la victoria de la extrema izquierda en el país andino.
El siguiente titular del ejecutivo no tendrá las cosas fáciles, en tanto que el congreso al igual que la población, estará profundamente dividido. Es por ello, que será clave que el nuevo gobierno genere alianzas políticas y concilie a la ciudadanía. Lo anterior, no es ajeno al país en tanto que, en las elecciones presidenciales de 2016, Pablo Kuczynski ganó la contienda frente a Keiko Fujimori, por una diferencia de tan solo el 0.248% de los votos, sin embargo, al no lograr una armonización y al generar cuestionamientos por presunta corrupción, como ya se mencionó, fue removido de su cargo.
Dados estos antecedentes, la nueva administración entrará en medio de una crisis política que presenta ya un fuerte cuestionamiento a la credibilidad de las instituciones públicas, principalmente por corrupción. Por lo que será imperativo presentar un proyecto sólido de políticas públicas, y sobretodo dar resultados ante una población ya dividida.
Twitter: @Noemihrb