A través de los gobernadores de Sonora, Claudia Pavlovich y de Baja California, Jaime Bonilla, pescadores del hábitat de la vaquita marina hicieron llegar al presidente Andrés Manuel López Obrador una propuesta de solución a la crisis que se vive en la región, luego de que a principios de año se canceló la entrega de compensaciones económicas a la cadena productiva, sin ofrecerles alternativas de subsistencia. En el documento en poder de Excélsior, los dirigentes de las federaciones y cooperativas manifestaron su voluntad de probar nuevas artes de pesca sustentables, que no interactúen con las especies protegidas, como es el caso de la llamada "Suripera", en un programa piloto a tres años, a cambio de recibir "incentivos o apoyos" para la compra de combustibles, lubricantes y equipamiento, así como "condiciones preferenciales" en cuestiones fiscales y aduanales, "que permitan que nuestras comunidades se adapten exitosamente a un nuevo modelo de pesca". El sector ribereño destacó que, de esta forma, el Gobierno de México podrá gestionar de inmediato el levantamiento del embargo pesquero por parte de Estados Unidos para los productos del Alto Golfo de California e impulsar una denominación de origen o sello comercial que ampare las capturas con Suripera y permita acceder al mercado norteamericano bajo condiciones que reconozcan e incentiven su esfuerzo. Además, los pescadores pidieron que se busquen apoyos internacionales para que todas las embarcaciones menores cuenten con la tecnología requerida para ser reconocidas como unidades de pesca con trazabilidad, como sería el caso de equipos de video, GPS y la implementación de programas de observadores a bordo. "Posiblemente en su fase introductoria el sistema de pesca con Suripera tendrá rendimientos inferiores a los que se podrían obtener una vez que los pescadores adquieran la experiencia necesaria para realizar adecuaciones y optimizar su desempeño, en este caso, solicitamos que las autoridades nos presenten alternativas económicas que permitan cubrir la diferencia entre el punto de equilibrio y la captura obtenida, incluyendo posibles mecanismos de precios de garantía, fondos internacionales de apoyo al cambio de modelo tecnológico, etc., dando incentivos especiales para asegurar que productores y permisionarios que demuestren que están colaborando directamente en las pruebas y cumplen a cabalidad con los acuerdos, operaran al menos al nivel del nuevo punto de equilibrio y tendrán la estabilidad socioeconómica que se requiere para el bienestar de sus familias", manifestaron. A cambio, los dirigentes de pescadores se comprometen a respetar la zona de "cero tolerancias" para la protección de la vaquita marina y trabajar sólo dentro de los polígonos autorizados con los equipos sustentables y la adecuada operación de los dispositivos tecnológicos para el monitoreo confiable de las embarcaciones, con acceso público al registro de sus operaciones. "El productor se compromete a preservar la cadena de custodia de sus capturas y registrar rigurosamente los volúmenes de producto obtenidos y a documentarlos verazmente de acuerdo con los términos acordados con las autoridades para garantizar que sólo se ampara lo derivado de estas pruebas”, subrayaron. Además, manifestaron su interés de establecer un dialogo serio y directo con todos los actores nacionales y/o internacionales involucrados en la solución de esta problemática. Para acordar los detalles de la propuesta y escuchar los puntos de vista del gobierno federal, el sector pesquero solicitó una reunión lo antes posible con el presidente Andrés Manuel López Obrador. "Hemos tocado fondo, la vaquita marina se está extinguiendo, la pesca legal y nuestras comunidades están en crisis, la inseguridad y el desorden siguen creciendo. La pesca legal no es el problema, pongámonos de acuerdo para cambiar la marea", remató. --

Con información de Excelsior / ERNESTO MÉNDEZ

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