En Río 2016 elevó su nombre a niveles legendarios, mitológicos: Michael Phelps dejó su récord en 28 medallas olímpicas, un hito. Desde aquella participación, 'La Bala de Baltimore' no había dado declaraciones, hasta ayer en México, donde opinó sobre las protestas de deportistas en EU, que no comparte.

El atleta olímpico más condecorado de la historia visitó la Ciudad de México, en el marco del World Business Forum México (WOBI), donde atendió a un selecto grupo de periodistas.

A pregunta expresa de RÉCORD, Phelps estableció su postura sobre las protestas contra el racismo de atletas profesionales durante el himno de los Estados Unidos.

”Es frustrante”, responde Phelps. ”Pero no puedo controlarlo, me quedo en mi carril y hago lo que me toca. Para mí, cada vez que escucho mi himno nacional me salen lágrimas; amo a mi país y tuve el orgullo de defenderlo en competencias internacionales por 20 años, me ha dado todo lo que tengo”, agrega.

El exnadador deja entrever su molestia porque el mundo deportivo esté impregnado por posturas ajenas, pues espera que vuelva a ser divertido practicarlo y nada más.

”Es una locura cómo la política a invadido todo, en todo el mundo. Yo era un pequeño niño con un sueño, que quería lograr algo a través del deporte; es cierto que los países tienen sus altas y bajas, pero espero que el deporte vuelva a ser deporte, por conseguir metas en equipo, que sea divertido”, remató Phelps en charla antes de dar conferencia en WOBI México.

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