El fiscal del caso de la tragedia del pequeño Julen ha pedido al magistrado que comparezca en calidad de investigado por un presunto delito de homicidio involuntario el dueño del terrero donde se encontraba el pozo por el que se precipitó el menor. El niño, de 2 años, falleció en la caída y su cuerpo fue rescatado 13 días después tras una enorme obra de ingeniería civil y el trabajo de más de 300 efectivos a las afueras de un pequeño municipio del sur de España. Las investigaciones sobre el suceso, que mantuvo en vilo a la ciudadanía española y que fue seguido por la prensa de medio mundo, continúan en el juzgado, donde la Fiscalía estima que "ya se pueden hacer varias hipótesis de los momentos previos de la fatal caída del pequeño". De esta manera, además de David Serrano, propietario de la finca y pariente de los progenitores de Julen, tendrán que declarar ante el juez el empresario que perforó el pozo, Antonio Sánchez, y los padres de la víctima, José Roselló y Victoria García, estos tres últimos en calidad de testigos. Serrano ya manifestó tras la tragedia que hacía cuatro meses que había adquirido la finca y que un mes después solicitó a un profesional que hiciera una prospección para la búsqueda de agua. Asimismo, declaró que tan solo una hora antes del accidente había tapado el pozo con dos piezas de cemento y que el menor debió escurrirse entre ambas. --

EL ZÓCALO