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06:23 miércoles 11 septiembre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Retos del presupuesto
El domingo se entregó en la Cámara de Diputados la primera propuesta de Presupuesto de Egresos en la que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le imprime de manera completa su sello. Hace un año el gasto inercial que venía de la administración previa y el reciente arribo al poder limitaron su capacidad de acción. Se espera que toda la problemática que se generó en 2019 por falta de recursos o por la asignación tardía del dinero debido a la falta de experiencia para operar el aparato burocrático haya quedado superada para 2020. En el año que está en curso los centros públicos de investigación, la Conade, y el sector salud fueron algunas de las dependencias que hicieron pública la situación de presupuesto escaso. La cruel realidad para los gobiernos mexicanos es que desde hace muchos años el margen de acción es mínimo. Gran parte del gasto se diluye en rubros que requieren miles de millones de pesos y que se convierten en verdaderas camisas de fuerza. El pago de pensiones, salarios y el pago del servicio de la deuda pública son solo algunos ejemplos. En los hechos es relativamente poco el dinero que el gobierno federal puede disponer para impulsar los programas que desde su perspectiva darán viabilidad al desarrollo del país. EL UNIVERSAL publica hoy que de los 6.1 billones presupuestados para gastar el año próximo, el gobierno solo tiene 18% para maniobrar. Por ese motivo, otro aspecto fundamental es la previsión de captación de recursos vía impuestos. En esta ocasión la apuesta consiste en “darle dientes” al organismo recaudador y en cobrar el impuesto al valor agregado (IVA) a empresas que ofrecen servicios de manera digital. Ojalá que en el primer tema no se incurra en un terrorismo fiscal y que el segundo no se traduzca en una carga económica para los usuarios de servicios. La manera en que se asigna el gasto público determina lo que el gobierno considera prioridad. El jefe del Ejecutivo federal señaló que lo primordial para 2020 son la seguridad y el apoyo a sectores de la población que enfrentan las mayores carencias sociales. Poco se menciona del gasto público como uno de los motores de la economía. En los criterios generales de política económica se pronostica un crecimiento de 1.5% a 2.5%; si otro de los objetivos es que la economía avance, no se debe olvidar la asignación a proyectos de infraestructura, más allá de los grandes proyectos sexenales prometidos por el gobierno. La disciplina ofrecida para mantener finanzas equilibradas es un punto a favor, luego de que el sexenio pasado la deuda pública se duplicó. Se requerirá, sin embargo, algo más que la disciplina para lograr una mejoría generalizada en los bolsillos de millones de mexicanos; esta, en realidad, será uno de los desafíos para el año próximo. OPINIÓN / La Guardia Nacional no tiene plazas
El lunes pasado, al analizar la propuesta de presupuesto para 2020 en el sector seguridad, escribí lo siguiente: “La Guardia Nacional (GN) es un ente raro. Se le está proyectando un presupuesto de 3.8 mil millones de pesos, de los cuales 2.8 miles de millones de pesos se dedicarían a servicios personales. Se ha mencionado que el sueldo mensual de un guardia nacional será de 19,000 pesos, más prestaciones. Eso implica, aproximadamente, un costo —solo para servicios personales— de 370 mil pesos al año por integrante. Dado eso, el monto presupuestado solo alcanza para 7,567 elementos de la GN. Pero, según lo dicho por el presidente López Obrador, la nueva corporación tiene 58 mil integrantes. Eso significa algo muy simple: el grueso de los miembros de la Guardia Nacional sigue teniendo plaza (y cobrando) en Sedena o Semar. Pues resulta que la Guardia Nacional es aún más rara de lo que suponía. Al continuar el análisis del presupuesto, encontré lo siguiente: 1. El presupuesto para servicios personales de la GN solo incorpora dos conceptos: remuneraciones especiales y adicionales (es decir, bonos e incentivos), y seguridad social (pagos al ISSSTE o al ISSFAM). Dicho de otro modo, no se le está dando dinero a la GN para pagar sueldos. 2. En una sección del proyecto de presupuesto, se incluye algo conocido como analítico de plazas y remuneraciones. Allí se describen el número de plazas laborales y los niveles salariales correspondientes en las distintas dependencias de la administración pública. Pues resulta que la GN no existe en el analítico de plazas. Ni siquiera se le menciona. ¿Qué significa esto? Algo simple: la GN no tiene plazas. Ni una sola. Y no se le están dando recursos para que eso cambie el año que entra. Previsiblemente, absorberá las plazas de la Policía Federal (no lo ha hecho hasta ahora), pero el personal que venga del Ejército o la Marina conservará sus plazas en la Sedena o la Semar. La GN se limitará a pagarles un sobresueldo (para homologar la remuneración de soldados y marinos con la de los policías federales) y cubrir una parte de sus aportaciones a la seguridad social. ¿Y eso por qué es relevante? Por tres razones: 1. En la Ley de la Guardia Nacional, aprobada en mayo pasado, se establece lo siguiente como requisito para que un militar se incorpore a la corporación: “Estar funcionalmente separado de su institución armada de origen y quedar adscrito a la Guardia Nacional” ¿Está “funcionalmente separado” del Ejército alguien que cobra sueldo en Sedena, puede regresar en cualquier momento a las fuerzas armadas y es adscrito a la GN mediante un simple oficio de comisión? Como mínimo, es debatible. Como máximo, es una burla a la ley. 2. Como resultado de esa ambigüedad, las actuaciones de los integrantes militares de la GN pueden quedar en entredicho en los tribunales. Por ejemplo, un juez podría decretar que una detención es ilegal porque fue realizada por personas que, al no cumplir con los requisitos de ingreso, no están adecuadamente acreditadas como miembros de la GN. 3. Al permanecer la inmensa mayoría de las plazas en Sedena o Semar, la supervivencia de largo plazo de la GN está amenazada. El siguiente gobierno podría casi borrarla de un plumazo sin siquiera pasar por el Congreso. Bastaría con retirar los oficios de comisión de los militares que la integren. En resumen, si el gobierno quiere evitar que su institución estrella acabe envuelta en un océano de litigios y bajo amenaza de ser liquidada cuando cambien los vientos políticos, tendría que empezar a poner orden. Y eso significa aceptar que alguien puede ser soldado o guardia nacional, pero no las dos cosas al mismo tiempo. [email protected]. @ahope71
Frentes Políticos 1. Liderazgo. Hay mucho por enumerar en cuanto a los proyectos de la 4T. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, consolida las bases del futuro y su gabinete luce aceitado. Arturo Herrera, titular de Hacienda, se reúne con Kristalina Georgieva, próxima directora del FMI; Marcelo Ebrard, con Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, y se congratulan por los avances en el tema migratorio; Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, recibe a Federica Mogherini, vicepresidenta de la Unión Europea, y destaca el compromiso de México por combatir la desigualdad; el Poder Judicial tiene en jaque a varios personajes ligados a la corrupción, y López Obrador anuncia que para marzo de 2020, las comunidades más alejadas y marginadas del país contarán con servicio de internet y una red de cajeros bancarios que harán posible hacerles llegar los apoyos del gobierno federal. Los proyectos germinan rápidamente, lo nunca antes visto. 2. Justicia financiera. La noticia llegó a las redacciones de diarios internacionales: “México cobrará impuestos a Avon, Tupperware, Uber, Didi, y Rappi”, se lee en los encabezados. Las circunstancias están dadas para que la tasa del 16% de IVA en México a los productos audiovisuales de Amazon, Spotify y iTunes, entre otros, surta efecto a partir de enero próximo, señaló Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Presentó una iniciativa de ley, teniendo como Cámara de origen el Senado, para que el impuesto a las plataformas digitales se discuta a la brevedad dentro de la Miscelánea Fiscal, paralelamente a la Ley de Ingresos de la Federación. Y que paguen impuestos quienes no lo hacen beneficiándose de las lagunas legales. Ya era hora. Se les acabó. 3. Buenas amistades. Arturo Herrera, secretario de Hacienda, fue anfitrión de autoridades de bancos centrales y ministerios de finanzas de Centroamérica y México, quienes sostuvieron una reunión con Kristalina Georgieva, candidata única a directora gerente del Fondo Monetario Internacional. Será la primera vez que una representante de un país emergente dirija al FMI. En la reunión Georgieva enfatizó el fin de promover y facilitar el acercamiento de los países de la región con el FMI. “Ante el incremento de las tensiones internacionales que tienen efecto en todas las economías, no podemos quedarnos cruzados de brazos”, puntualizó Herrera. Ser el foco económico mundial no le cae nada mal a México, una nación con ganas de posicionarse aún más. Granito de arena, le llaman. 4. Réquiem por Santo Domingo. Los legisladores endurecerán el delito de falsificación de facturas. El pleno del Senado aprobó en lo general reformas legales para combatir a las empresas fantasmas y las facturas falsas, uno de los temas apremiantes para López Obrador al imponer prisión preventiva oficiosa e incluirlos como delincuencia organizada y contra la seguridad nacional. Fueron más de tres horas de debate, pero Morena y sus aliados, con 82 votos, avalaron las modificaciones a las leyes Federal contra la Delincuencia Organizada, así como de Seguridad Nacional y los códigos Nacional de Procedimientos Penales, Fiscal de la Federación y Penal Federal. La oposición consideró como excesivos los alcances de las reformas, a las que calificaron como “terrorismo fiscal”. Mayoría manda. 5. Nerviosito. No da una el coordinador de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer, quien en el homenaje del artista Francisco Toledo, confundió “Juchitlán”, con Juchitán, como lugar de origen del pintor fallecido el 5 de septiembre. Aunque Sergio Mayer rectificó el nombre, cometió otros errores al leer su discurso de homenaje, al maestro juchiteco. El legislador ya es célebre por la “vaquita amarilla” y sigue dando tumbos en nombre de Morena. Nada, por cierto, de los supuestos “moches” que estaría cobrando. ¿Apuestan al olvido?
Bitácora del director / 22 de octubre no se olvida
Al título de la entrega de hoy de la Bitácora no le sobra un dígito. El próximo 22 de octubre, dentro de un mes y 11 días, se cumplirá el plazo de seis meses que se autoimpuso el presidente López Obrador para mostrar resultados en la tarea de reducir la inseguridad que azota al país. El 22 de abril, durante una conferencia matutina en Minatitlán, ciudad en la que acababa de suceder una masacre en una palapa donde se celebraba un cumpleaños, se comprometió a que en un semestre se comenzarían a sentir los efectos de sus programas sociales en los índices delictivos. Afirmó que el programa de becas para jóvenes terminaría por “dejar sin bases a las bandas de delincuentes”, pues el crimen organizado ya no podría engancharlos. Anunció que uno de cada seis mexicanos, unos 20 millones de personas en total, sería beneficiado por alguno de los programas sociales de su gobierno y que eso contribuiría a serenar al país. Además, dijo que la estrategia de la Guardia Nacional –que iniciaría sus operaciones en Minatitlán– pondría en orden a quienes persistieran en actividades criminales, pues el gobierno federal contaría de inmediato con el doble de elementos para combatir a grupos delincuenciales como el que acababa de asesinar a 13 personas en esa ciudad petrolera del sur de Veracruz, incluido un bebé. A menos de seis semanas de que se cumpla el plazo, la situación no ha cambiado mucho y, desde algunos puntos de vista, incluso ha empeorado. En la semana que siguió al anuncio en Minatitlán, 543 personas fueron asesinadas, de acuerdo con datos reportados por el Grupo Interinstitucional (fiscalías estatales y dependencias federales) a la Comisión Nacional de Seguridad. En la semana que antecedió a la redacción de estas líneas, fueron 551, según la misma fuente. Es decir, casi lo mismo. ¿Por qué digo que la situación podría ser peor? Porque, a diferencia de abril, la Guardia Nacional ya se encuentra operando en todo el país, y eso no ha obstado para que sigan dándose masacres como las que ocurrieron recientemente en Uruapan y Coatzacoalcos. Por si fuera poco, en las semanas recientes se han dado episodios de confrontación de elementos castrenses –algunos de ellos asignados a la propia Guardia Nacional– y civiles presuntamente involucrados en la comisión de delitos, ante los cuales los militares no han podido defenderse porque esas son las órdenes que han tenido (aunque, al parecer, podrían modificarse para no dejarlos en la indefensión). En suma, los programas sociales del gobierno no parecen haber persuadido a muchos de “portarse bien”, como invita a menudo el Presidente, mientras que la autoridad de las fuerzas de seguridad ha quedado severamente en entredicho. Frente a ese panorama, se antoja poco probable que el gobierno pueda cumplir con la palabra empeñada por el Presidente y sería tiempo de evaluar si la estrategia emprendida va por el camino correcto. Siempre es tiempo de rectificar. BUSCAPIÉS Por sugerencia de López Obrador, el partido del gobierno, Morena, dio a conocer que abandona su decisión de elegir al próximo dirigente nacional mediante una asamblea de delegados y lo haría mediante una encuesta. El 21 de agosto pasado, el Presidente dijo que tomaría distancia de la organización que fundó luego de renunciar al PRD. Se acabaron los tiempos del líder moral, enfatizó, y anunció que no asistiría al congreso nacional de Morena, a celebrarse en noviembre, porque debía gobernar para todos los mexicanos. No interviene, pero sí sugiere. Y, por lo visto, para los morenistas sus sugerencias son ley. Es curioso que el PRI, quizá el partido menos democrático, optó por una elección interna mientras que Morena teme a lo que pueda ocurrir si junta a 300 delegados en un mismo auditorio.