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07:01 jueves 2 abril, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / ¿Atacar el Covid sin agua? Autoridades sanitarias coinciden en que el arma principal para combatir el Covid-19 es la higiene. El constante lavado de manos con agua y jabón. ¿Cómo enfrentarán la pandemia los miles de mexicanos que carecen del líquido o que no tienen un abasto regular? Es un desafío que siempre ha existido, al cual distintos gobiernos no han podido dar solución. El problema se agrava por el feroz embate del virus y las necesarias medidas de higiene que se requieren para combatirlo. A la difícil situación se suma la temporada de calor, que de por sí incrementa el consumo y la demanda del agua, así como por la acometida de trastornos gastrointestinales, propios de la estación. La insistencia de las autoridades federales sobre el lavado continuo de manos para contrarrestar cualquier riesgo de contagio choca con la realidad a la que se han visto sometidos miles de mexicanos sin acceso desde hace años a un suministro regular de agua o de escasez casi permanente en ciertas zonas del país. Tan solo en la Ciudad de México, habitantes de colonias marginales han mantenido un reclamo constante para ser abastecidos de forma suficiente para cubrir sus necesidades más básicas, llegando a tomar medidas drásticas para hacerse escuchar. La coyuntura especial que vive ahora el mundo a raíz de la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de Covid-19, viene a poner en olla de presión al precario suministro de servicios básicos que reciben los ciudadanos mexicanos, quienes viven en un país en el cual, según datos del Inegi, hasta una cuarta parte de los hogares carecen de abasto diario de agua, contando en vez de eso con líquido que se les hace llegar un día sí y otro no, o de plano tan espaciado como una vez a la semana o sin una entrega en un lapso específico de tiempo. En el último peldaño, poco más de 2 millones de viviendas carecen completamente del servicio y sus habitantes se ven obligados a surtirse de agua tomándola de ríos, pozos, presas, lagunas, llaves públicas o acarreándola de otra vivienda. El agua es esencial en estos momentos de crisis sanitaria para limpiar objetos y superficies de contacto que pueden servir como vehículos de transmisión del coronavirus y otros agentes infecciosos, por lo que pedir lavado constante de manos, pero no garantizar acceso pleno al suministro de agua, es un sinsentido que debe ser subsanado a la brevedad. Urge que esos miles de mexicanos tengan el abasto seguro si no se desean consecuencias fatales en el futuro cercano, no solo por los riesgos epidemiológicos, sino por simple lógica de sanidad. 02 de Abril de 2020 1. Fuera de lugar. Después de que morelenses amenazaron con quemar un hospital si ahí era internado y atendido algún paciente con COVID-19, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación hizo un enérgico llamado a la población a abstenerse de agredir las instalaciones hospitalarias y al personal de salud. Amenazar con destruir las clínicas y hospitales puede constituir un delito y niega el acceso a la atención médica de las personas. No se deben permitir actos de violencia contra el personal de salud ni a las instalaciones hospitalarias que el país necesita para superar con éxito la situación actual. Quien debiera tomar cartas en el asunto, no lo hace. ¿Permitiría el gobernador Cuauhtémoc Blanco una aberración de este tamaño? No contesten. 2. Comportamiento ejemplar. El anuncio de la diputada Irma Terán, del Partido Encuentro Social, en donde demuestra un compromiso real hacia la gente, ha sido recibido como una decisión que debiera replicarse en todo el Poder Legislativo. “Donaré el 100% de mi sueldo por 3 meses o por más tiempo si es necesario para apoyar con medicinas y alimentos en Sonora y en todo el país, es momento de solidarizarnos; en @PESDiputados trabajamos por lo más importante, trabajamos por tu familia”, escribió. Y apenas lo hizo, detonó las reacciones de los ciudadanos, quienes dieron la bienvenida a su generosa acción. Eso es preocuparse por los demás. Terán presentó un punto de acuerdo en el cual exhorta que todos los legisladores federales sigan su ejemplo. Difícil, pero de lograrlo se donarían mensualmente más de 67 millones de pesos. ¿Se sumarán los demás? 3. Por el bien común. Una noticia que llena de esperanza es la determinación de que el Centro Citibanamex, dado el inminente incremento de contagios por COVID-19 en los habitantes de la Ciudad de México, planea transformarse en una Unidad Hospitalaria Temporal, con capacidad máxima de mil 200 camas. Esta propuesta intentaría sumar la infraestructura y especialidad logística de CIE, Ocesa y Codere a la experiencia y prestigio de instituciones como la UNAM y Fundación Carlos Slim para construir, implementar y operar una Unidad Hospitalaria Temporal. Esto complementaría el esfuerzo que se hace en la capital ante la crisis sanitaria. Citibanamex convocó a la comunidad empresarial a sumarse al fondeo para la instrumentación de este proyecto. Desbordadas las ganas de ayudar, ¿quién podría negarse? 4. Límites. Después que el edil de Tulcingo de Valle, Juan Manuel Rodríguez Rodríguez, impuso “toque de queda” desde el martes, de las 9 de la noche a las 5 de la madrugada, para evitar contagios de COVID-19, el gobernador Luis Miguel Barbosa advirtió que esta decisión es inconstitucional. La medida fue difundida en las redes sociales del ayuntamiento, por lo que el mandatario refirió que esta figura jurídica no existe en el marco legal. Y como si fuera un chiste, exhortó a los ediles a que “no se equivoquen”, pese a las razones que tengan, “no se puede transgredir la Constitución, ni la ley”. Cabe destacar que Rodríguez Rodríguez anunció la decisión con base en un acuerdo de cabildo, pero sobre todo hay que recordar que quien se ha equivocado una y otra vez en los últimos días es el mismo Barbosa. ¿Con qué calidad moral se queja? 5. Agenda sobresaturada. Luisa María Alcalde, secretaría del Trabajo y Previsión Social, dio a conocer que una vez que el gobierno determinó una emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, el pago de solo un salario mínimo que marca la ley “no es aplicable” en caso de suspensión de labores. Al respecto explicó que: “Lo que la autoridad determinó fue una emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor por lo que el criterio de pagar un salario mínimo no es aplicable”. Destacó que la Ley Federal del Trabajo establece que para el caso de suspensión temporal por fuerza mayor será la autoridad quien determine el monto de indemnización sobre la base del salario de los trabajadores hasta por un mes. Que los empleadores no infrinjan la ley es su misión y Alcalde sabrá responder. Siempre lo ha hecho.