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06:28 jueves 26 septiembre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Fox y el PAN
Con su habitual facundia, Vicente Fox proclamó en la celebración octogenaria de Acción Nacional que había que “romperle la madre a la 4T”. La irrupción del expresidente es al menos inquietante. Su aparición es menos significativa en sí misma que relevante respecto de la situación de Acción Nacional. Si el partido dirigido por Marko Cortés se abandona a Fox, es evidente que algo muy grave sucede dentro de este instituto. El expresidente se enfrentó a Felipe Calderón cuando éste llegó a Los Pinos, promovió el voto en favor de Enrique Peña Nieto en detrimento del partido que lo llevo a la presidencia, titubeó entre José Antonio Meade y Ricardo Anaya en los últimos comicios. Fox es un personaje caprichoso y tornadizo que en estos momentos necesita por motivos poco claros hacerle frente a López Obrador. La expresión “partirle la madre a la 4T” es propia de un pandillero, de un camorrista, muy poco adecuada para un partido que en gran parte de sus ochenta años realizó una oposición elegante y educada. Aferrarse a Vicente Fox es una declaración de intenciones respecto del futuro inmediato del PAN, ahora transformado en una barra brava o en una pandilla de facinerosos. De aquellos polvos estos lodos. Tras las elecciones del año pasado, Acción Nacional omitió la autocrítica, olvidó su regeneración, marginó propuestas e iniciativas para recuperarse como alternativa fiable ante los ciudadanos. Esta negligencia e irresponsabilidad los ha llevado hasta aquí, hasta recurrir a un Vicente Fox que aparece como un matón, contaminando al partido mismo. No parece que la elección del expresidente como figura estelar haya sido la más conveniente, pero sí es la mejor expresión de la desorientación y el hundimiento de un partido en que no hay líderes, ni pensadores, ni servidores. El pandillero Fox se mostró como cabecilla de ese gang de barriada en que se ha convertido Acción Nacional. Todo indica que el partido no ha entendido que es tiempo de reflexionar sobre la deriva en que se encuentra instalado. El recurso zafio a Vicente Fox presenta antes visos de una necrológica que de una compostura. El asunto se agrava si se advierte talantes de antiguos panistas o de militantes ahora separados del partido, dueños de inteligencia, criterio y orientación. Individuos capaces de darle la vuelta al partido y posicionarlo de manera competitiva hacia el 2021. Entre otros, Ernesto Cordero, Roberto Gil y Eufrosina Cruz. Sin embargo, estos nombres seguramente se aprecian como amenaza para un aparato aburguesado y acomodado que prefiere entregarse a un Fox que quiere “partirle la madre a la 4T”. Acción Nacional tiene la solución en su interior, pero la dirigencia difícilmente renunciará a sus manejos oportunistas, a sus prebendas injustificadas, a sus rapacidades interesadas. La aparición de Vicente Fox en el acto de Acción Nacional es un nuevo golpe para un partido que quiere ser una alternativa a MORENA. El partido no necesita nombres de relumbrón, sino personajes discretos que trabajen con generosidad y capacidad de sacrificio. Las proclamas estridentes no solucionan nunca nada, pero pueden ahondar en un malestar y en una crisis que se antojan irreversibles si el partido sigue dirigido por quienes, a decir verdad, siguen pensando en su propio desarrollo y crecimiento, que en el de un partido que sin duda debería ser la principal oposición en México. El Acción Nacional tienen en sus manos las soluciones a sus excesos y carencias, pero se resiste a aceptarlas entregándose a un matón de barrio. OPINIÓN / AL fuera del radar de la 4T Una casi absoluta indiferencia hacia América Latina y una ausencia de estrategia hacia la región ha caracterizado la política exterior de esta administración. Forzada por las circunstancias, esa política exterior tiene como casi única prioridad evitar problemas con Estados Unidos y cumplir con la agenda migratoria que se nos ha impuesto. Fuera de Centroamérica, que en la coyuntura actual adquirió mayor relevancia, el sur de nuestro continente ha estado prácticamente ausente. Desde su toma de posesión, AMLO apenas ha recibido a dos mandatarios latinoamericanos: Nayib Bukele, de El Salvador, y Juan Orlando Hernández, de Honduras. Más allá, no existen agendas ambiciosas con ningún país sudamericano que permitan promover temas políticos, comerciales o culturales. Y aunque es bien conocido el desinterés de AMLO por viajar al extranjero, tampoco se han celebrado aquí reuniones con otros presidentes. Marcelo Ebrard tampoco ha compensado ese desinterés. Si acaso viajó a Montevideo para tratar el tema venezolano, que ocupó activamente a nuestra diplomacia durante algunos meses, y acudió a la reunión de la Alianza del Pacífico, en Lima. La Cancillería ni siquiera ha emitido pronunciamientos sobre temas que tienen que ver con la región, fuera del tema venezolano. No emitió siquiera un comunicado frente a los graves incendios en el Amazonas, que ocuparon a los europeos y han tenido un impacto ambiental a nivel mundial, y nada dijo sobre los ataques de Bolsonaro a Michel Bachelet, a pesar de ser la representante de un organismo internacional. La falta de una estrategia hacia América Latina es lamentable porque lo que sucede en nuestro vecindario también tiene una importancia para México, e incluso para nuestra relación con Estados Unidos. Tenemos inversiones en la región que no son despreciables y podríamos incluso robustecer como parte de una estrategia para diversificar nuestro comercio exterior. Algunos esperábamos que un gobierno de izquierda actuaría distinto. Que al menos sería posible establecer algunos vínculos político-ideológicos con gobiernos progresistas de la región a partir de lo que AL ha significado históricamente para la izquierda. ¿O acaso el México postneoliberal no necesita aliados internacionales? Dudo sinceramente que sea el caso. En el contexto latinoamericano actual AMLO podría ser —junto a Alberto Fernández, en caso de ganar las elecciones presidenciales en Argentina— un referente del nuevo progresismo latinoamericano de centro-izquierda y un importante contrapeso frente a los gobiernos de ultraderecha que encabezan Bolsonaro y Duque. Un eje México-Buenos Aires se antoja deseable y necesario. Varios líderes progresistas de la región vieron la emergencia de la 4T como un posible faro. Sin embargo, comienzan a frustrarse ante el conspicuo desinterés del gobierno mexicano a hacerles siquiera un cariñito. En julio de este año, por ejemplo, 32 líderes progresistas de la región se dieron cita en Puebla para crear un grupo de incidencia política en la región —hoy conocido como Grupo Puebla—, el cual busca articular una estrategia para hacer frente al avance de la derecha conservadora en varios países latinoamericanos. A la reunión acudieron varios expresidentes y secretarios de Estado de gobiernos progresistas de Sudamérica, como Ernesto Samper, de Colombia; Fernando Haddad, excandidato a la presidencia de Brasil, y Daniel Martínez, candidato a la presidencia del Uruguay. La 4T mostró un mínimo interés en el encuentro, a pesar de tener lugar en nuestro propio país. La agenda de política exterior parece estar dominada por una lógica más defensiva que proactiva. Pareciera que hoy vivimos casi exclusivamente para atender a nuestro vecino del norte. ¿Nos estaremos resignando a vivir bajo el constante bullying de Donald Trump, al punto de olvidarnos de nuestra propia región?
Frentes Políticos 1. Si el río suena… Rectores del país pidieron a los diputados dejar de estigmatizar de corrupción a las universidades, como el caso de la triangulación de recursos, porque, argumentan, está mermando el presupuesto para educación superior. Antonio Guzmán Fernández, rector de la Universidad de Zacatecas, dijo en San Lázaro que se está utilizando “como petate del muerto” este tema como excusa para no aumentar el presupuesto a las universidades. “Ustedes tienen los instrumentos necesarios para generar una comisión que investigue, y que ya deslinde por completo a las universidades y sus comunidades universitarias”, enfatizó. Ahora se enojan, pero las investigaciones los señalan. O sea, ¿sí hubo triangulación, pero quiere que lo olvidemos? 2. Paquete XXL. Padres y familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 reclamaron ante la FGR veracidad en una nueva investigación para saber el paradero de los jóvenes, en la víspera de que se cumplan cinco años de la desaparición. “Que no nos digan que nuestros hijos fueron quemados. Este gobierno dijo que nos ayudaría, esperamos que sea cierto”, dijo Francisco Lauro Villegas, padre de Magdaleno, uno de los jóvenes desaparecidos. Está creada la nueva Comisión en busca de la verdad, sin embargo, la justicia ha liberado a 77 detenidos, cuyos testimonios fueron presuntamente obtenidos bajo tortura. Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, tiene en sus manos dar giro a esta historia. Cinco años de duelo no resuelto no es sano para nadie. 3. Los no comprometidos. La sueca Greta Thunberg carga con la pasión de una generación que decidió enfrentarse al cambio climático, pero también sufre el desprecio de los que la ven como un títere mesiánico de la concienciación ecológica. A sus 16 años es el rostro y la voz de una juventud preocupada que recicla la basura, limpia las playas, evita la carne y los aviones y vota por partidos ecologistas. Pero en medio de este revuelo, el estudio global Who Cares, Who Does?, de la consultora Kantar, reveló que ocho de cada 10 mexicanos les interesa poco el medio ambiente, es decir, son “ecodesinteresados” y solamente 5% son “ecoactivos”. Es una lástima, pero si midieran la bilis que derraman por redes sociales se encontrarán con “hiperactivos compulsivos”. ¿Tú qué haces en favor el planeta? 4. Mandatario fallido. Otro. Con más de mil 700 homicidios registrados en lo que va del 2019, el secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor, llega al término de su gestión y admite que fueron rebasados por la violencia, que a lo largo de la administración del alcalde saliente, Juan Manuel Gastélum, ha dejado un saldo de ¡seis mil ejecuciones! Tan sólo en septiembre se han registrado más de 150 homicidios. Sotomayor destacó que la policía municipal cumplió con detener a más delincuentes, así como lograr más decomisos de armas y de droga, pero hubo varios aspectos que incrementaron los hechos delictivos, entre ellos la aparición de más grupos criminales y un aumento de la portación de armas de fuego. Mientras, el gobernador Francisco Vega mandó construir una carretera de concreto a un lugar donde no hay nada, excepto un terreno de su propiedad. El dispendio también mata. 5. Legado histórico. Eduardo Robledo Rincón, quien fuera diputado federal, gobernador de Chiapas en el levantamiento del EZLN, presentará este viernes en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid su libro: La democratización en México ¿Cambio o evolución del régimen? Sin duda, el texto atraerá la atención de partidos, académicos y gobernantes toda vez que Robledo expone que para entender el actual régimen, es necesario remontarse a la propia evolución del PRI, que permitió la democratización del país a partir del consenso y la ruptura de las fuerzas políticas. El también doctor en derecho no deja de lado los episodios del uso de la fuerza ejercido por el Estado para que el partido se mantuviera por 71 años en el gobierno.