Vínculo copiado
La información más importante de medios nacionales
06:51 viernes 29 marzo, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Los peligros de la disculpa
Hay en la historia numerosos ejemplos en que un país exige a otro que ofrezca disculpas por agravios del pasado. No es algo inusitado, ni extraordinario. Es más, se conocen ejemplos de grupos de población que exigen no sólo disculpas, sino reparaciones en dinero en proporción a los daños infligidos. En Estados Unidos desde 1865 hay un debate en torno a la propuesta de pagar compensaciones a los descendientes de esclavos que llegaron de África, por haber sido sometidos a trabajo forzoso en la esclavitud. Un siglo y medio después, este punto está en la plataforma de varios de los precandidatos demócratas a las elecciones presidenciales de 2020. En un discurso ante la Unión Europea en junio de 2013, Evo Morales, presidente de Bolivia, retomó un texto publicado en 1992 en la revista Renacer Indianista por el escritor venezolano Luis Britto García, en la “Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc”, que acusa a Europa por la expoliación de América en el siglo XVI, pues se llevó 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata al viejo continente. Morales finalizó su arenga señalando: “Ese fue el préstamo de América a Europa en el siglo XVI... no debemos nada al FMI, nos salen debiendo”. Alemania y Japón fueron presionados por sus vecinos para que ofrecieran disculpas tras la ocupación militar de que fueron objeto en la Segunda Guerra Mundial. Los germanos lo hicieron, contribuyeron generosamente a la reconstrucción de Europa y hoy son la columna vertebral del continente. Los japoneses, en cambio, se han mostrado reacios a ofrecer disculpas oficiales por escrito a China y a Corea; por el contrario, el primer acto de cada nuevo primer ministro japonés es visitar el santuario de Yasukuni, mausoleo que conmemora a los ‘héroes’ de guerra según Tokio, y a los ‘criminales de guerra’ de acuerdo con Beijing. Hace 500 años no existían ni España ni México. Nos conquistaron castellanos, andaluces y extremeños. Los tlaxcaltecas y otros pueblos aledaños a Tenochtitlan se aliaron a los soldados de ultramar en la rebelión contra el dominio azteca. Sin embargo, aun si nos tomamos una licencia histórica para asignar responsabilidades mucho tiempo después, pues a los ibéricos les tocan tres siglos, de 1521 a 1821, y a los mexicanos nos corresponden los dos siglos de vida independiente. En nuestro caso, más que exigir una disculpa al Rey de España por las atrocidades cometidas durante la conquista de México, la pregunta que debemos hacernos es por qué cinco siglos después de la caída de Tenochtitlan y a casi dos siglos de la consumación de nuestra independencia, nos parece ‘normal’ que más de la mitad de nuestros compatriotas viva en la pobreza. El EZLN alertó en 1994 tras su levantamiento: ¿de qué tenemos que pedir perdón? ¿de qué nos van a perdonar? ¿de no morirnos de hambre? ¿de no callarnos en nuestra miseria? ¿de no haber aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono? Un cuarto de siglo después, el grito zapatista sigue sin ser escuchado. La película Roma de Alfonso Cuarón, es un clamor al cielo por la situación de esclavitud de más de 2 millones de trabajadoras del hogar que carecen de derechos laborales y están desprovistas de seguridad social. Las disculpas pueden incluso usarse como una coartada para el gatopardismo: ya me disculpé, pero todo sigue igual. Muy poco sentido tienen si el statu quo permanece, si los sistemas de opresión continúan. O quizá en el caso del mandatario mexicano cabe una lectura distinta: “Te lo digo Pedro para que lo escuches Juan” —o en este caso específico, “Te lo digo Rey Felipe VI, para que lo escuches élite mexicana”. Es insostenible la dicotomía país rico, pueblo pobre.
OPINIÓN / ¿T-MEC en peligro?
Cuando llegó a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump prometió que iba a tirar a la basura el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el acuerdo comercial que une las economías de México, Estados Unidos y Canadá. Terminó aceptando que eso sería desastroso, que ya están tan entrelazadas las tres economías y sus cadenas de producción, que una cancelación del tratado llevaría a un desastre económico tanto en Estados Unidos como en México y Canadá. El resultado fue la negociación de un acuerdo nuevo, el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se parece al actual acuerdo en un 90 por ciento, pero con algunas actualizaciones y modificaciones. En algunas partes, el nuevo acuerdo es un avance, incluyendo temas como el comercio digital que ni siquiera se contemplaba a principios de los años noventa, y en otros es un retroceso leve, como en la industria automovilística, en que hay más controles que pueden llegar a inhibir la integración a largo plazo (aunque tampoco en todo). Pero en general, los tres países salieron con un acuerdo que se asemeja mucho al anterior. En otro artículo, lo llamé un “Zonkey”, ese animal mítico que se encuentra en las calles de la fronteriza ciudad de Tijuana, que es un burro (donkey en inglés) pintado como zebra —zonkey— que todo el mundo sabe que es un burro, pero los turistas sacan sus fotos al lado de él imaginándose que es una zebra en plena calle urbana. Así es el T-MEC: sigue siendo más o menos el mismo acuerdo como el TLCAN, pero pintado con rayas. (Sí, exagero, pero sólo en parte...) Pero ahora viene lo complicado. El Congreso de Estados Unidos tiene que ratificar el nuevo acuerdo para que entre en efecto (y en el Congreso mexicano y el parlamento canadiense también.) Los demócratas en el Congreso, quienes ahora controlan la cámara baja, son bastante escépticos con el T-MEC. No quieren darle una victoria al presidente Trump, quien negoció el acuerdo, y los sindicatos cercanos al Partido Demócrata son escépticos de cualquier tratado comercial. En especial, temen que en México no hay suficientes garantías de las leyes laborales para un comercio justo entre los países, y siempre han sido críticos del TLCAN, y ahora del T-MEC. Por un lado, el gobierno mexicano actual podría ignorar estos problemas y dejar que el T-MEC quede estancado un tiempo en el Congreso estadounidense. A final de cuentas, tenemos el TLCAN y mientras sigue en efecto, no cambia nada. Pero hay un riesgo enorme de que Trump decida cancelar el TLCAN en algún momento para presionar al Congreso estadounidense. Por otro lado, el gobierno mexicano puede tratar, muy sutilmente, de empezar a hablar con los demócratas y con los sindicatos para ganar su anuencia con el tratado nuevo. Esto ya se está haciendo en cierta medida, y la embajadora Martha Bárcena habló con elocuencia de esto en el Congreso esta semana en una recepción organizada por la empresa mexicana Rassini y el Consejo Atlántico, un centro de investigaciones en Washington, y ya ha estado haciendo una campaña individual con congresistas al respecto. Pero para lograr que los demócratas y los sindicatos no traten de bloquear el nuevo acuerdo, se va a necesitar entablar un diálogo sobre lo que el gobierno mexicano está haciendo para mejorar las leyes laborales y el cumplimiento con éstas, un tema que la nueva secretaria del Trabajo, quien tiene mucha cercanía con los movimientos laborales internacionales, puede hacer muy bien. Se necesita un conocimiento en Washington no del lado comercial del acuerdo, sino de los cambios en materia laboral en México que convenza a los sindicatos y al liderazgo demócrata que hay cambios significativos en pie en México en este tema, así que si tratan de hundir al T-MEC también están echando abajo un gobierno de cambio con el cual deberían tener simpatías. Sin duda, los sindicatos van a criticar el T-MEC y una parte importante de los demócratas van a votar en contra, pero fácilmente puede salir la aprobación el acuerdo en el Congreso si los sindicatos y demócratas afines a ellos no tratan de bloquearlo. Lo que se necesita no es que hablen bonito del T-MEC ni que lo apoyen, sino que decidan no obstaculizarlo, en fin, que entiendan que echar abajo la relación comercial con México es también atacar a un gobierno en México que está tratando de enfrentar los temas laborales de una forma constructiva. Aquí las empresas, que han sido los promotores principales del T-MEC, y las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores, que normalmente llevan la batuta en estos temas, pueden ser de pronto menos centrales que la Secretaría del Trabajo y algunos legisladores del partido gobernante que podrían tener afinidad con el movimiento laboral en Estados Unidos para allanar el camino para una aprobación en el Congreso estadounidense. Desde luego, SRE, SE y los empresarios tendrán que jugar un papel vital en este proceso también, pero en estos momentos, en que hay que ablandar las resistencias de la izquierda estadounidense, hay otros actores en México que quizás sean más importantes aún, fuera de lo que es normal en un debate de temas comerciales. Tampoco es que México necesite hacer una campaña política abierta a favor de la aprobación, sino más bien lograr acercamientos discretos y estratégicos que cambien el cálculo político en Washington. O por lo menos, así se ve desde acá.
Frentes Políticos 1. Se van a medias. El titular de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, logró, mediante el diálogo con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que los contingentes inicien la retirada de la Ciudad de México. El funcionario señaló que tras una reunión privada con integrantes de la CNTE se analizaron, entre otros temas, la asignación transparente de plazas y el presupuesto. Moctezuma Barragán detalló que se busca tener una “mesa transparente” en donde se traten todos los temas y se haga totalmente abierto frente a la sociedad. Hay en el gobierno espíritu de construcción y acercamiento. Los maestros sólo tienen ánimo destructor. ¿Ya se van? 2.Agárrense. En México, el fuero político es la mejor moneda de cambio. Y muchos de los funcionarios ungidos con esta protección contra todo han demostrado que pueden excederse en sus cargos y no pasa nada. Este mal probablemente acabará. Tras la aprobación en el Senado de la iniciativa para poder enjuiciar al Presidente de la República en funciones por hechos de corrupción, Andrés Manuel López Obrador planteó que los diputados federales incluyan a gobernadores y a los propios legisladores. La iniciativa de Reforma al Artículo 108 planteada por el gobierno federal fue aprobada por el Senado y, por primera vez, desde 1824, se establece la posibilidad de enjuiciar al Presidente en funciones por delitos graves. Sólo con castigos ejemplares se acabará la saciedad. ¿Usted cuántos conoce? 3. Justicia social. Germán Martínez está muy dedicado a dejar una buena impresión como director del IMSS. No sólo está por iniciar el programa de inclusión al servicio para las trabajadoras del hogar, sino que también anunció que todos los pensionados en el periodo de 1972 a 1992 podrán solicitar la devolución de lo que hayan cotizado por concepto de vivienda. Los directores generales del IMSS, Germán Martínez Cázares, y del Infonavit, Carlos Martínez, anunciaron que, en un esfuerzo de colaboración y tecnología, se ha dado un paso adelante para la devolución automática a aquellos trabajadores que cotizaron en ese periodo. Martínez informó que el proceso de devolución comenzará en abril. Es la primera vez que se realizará el proceso para la devolución automática del Fondo de Ahorro, que beneficiará a 282 mil pensionados. Aquí el cambio sí se nota. 4. A quien corresponda. La Fraternidad de Reporteros de México denunció amenazas de muerte en contra de los periodistas Juan Bautista Rojo, secretario general de la Fremac, y a Celeste Sáenz de Miera, del Club de Periodistas de México. Los periodistas amenazados “se han destacado por su trabajo en denuncias a la corrupción de gobiernos estatales y locales”, precisaron. Denunciaron que las agresiones contra el gremio son cometidas en mayor parte por autoridades del ámbito estatal “y más de la mitad son perpetradas por autoridades locales”. Acusaron la ineficiencia de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, ante el 99.7% de agresiones contra periodistas que, hasta la fecha, permanecen impunes. Están advertidos, dos periodistas corren peligro. ¿Qué van a hacer para protegerlos? 5. Rudeza innecesaria. En Nuevo León, el Instituto de Control Vehicular, por órdenes de su director, Rubén Zaragoza, exhibió a los automovilistas que no están al corriente con el pago del refrendo. Como parte de una campaña para que todos se pongan al corriente con ese pago, elementos del ICV recorrieron estacionamientos y calles en el primer cuadro de la ciudad y dejaron avisos en los vehículos. Zaragoza afirmó que la idea es que todos los vehículos traigan sus registros actualizados. La inseguridad en el estado va a al alza; en el penal de Topo Chico culpan del caos al gobernador Jaime Rodríguez Calderón… Y a sus colaboradores sólo se les ocurre meter presión a la ciudadanía para recaudar dinero. Fallan las prioridades en Nuevo León. BITÁCORA DEL DIRECTOR/ Así se acaban las ideologías
“Aquí no hablamos de política en público”, se sincera el taxista cuando se le pide una opinión sobre el diferendo surgido en torno de la exigencia de disculpa que mandó el presidente Andrés Manuel López Obrador al rey Felipe VI a causa de los abusos cometidos por los conquistadores hace 500 años. Algo que debiera ser normal en democracia –debatir los asuntos de interés público– se disculpa acá en el País Vasco por la enorme capacidad destructiva que generó el discurso de odio y polarización que servía de base ideológica a ETA. Afortunadamente, el grupo terrorista se ha desbandado, luego de anunciar su cese al fuego definitivo en octubre de 2011, y Bilbao ha resurgido de la violencia como una ciudad esplendorosa con una economía boyante, que ha crecido a un ritmo promedio anual de 3.8% en el último lustro. De ser un puerto industrial sucio y peligroso, Bilbao es hoy una ciudad que recibe un gran flujo de turistas, algo que sería impensable hace dos décadas. ¿Cómo lo logró? Con inversión. En 2016 recibió 2 mil 17 millones de euros en IED, cifra que fue superada ampliamente al año siguiente: 2 mil 687 millones de euros. ¿Cómo pasó eso? Con aplicación de la ley y seguridad jurídica para las inversionistas. Si en algún lugar fue derrotado el discurso estatista –que además venía acompañado de violencia– fue aquí en Bilbao. Los locales dicen que ya sólo le falta tener buen clima porque la ciudad ya se cuenta entre las más limpias y seguras de España y también entre las que tienen las mejores opciones para comer. Aproveché mi estadía para visitar los barrios donde surgió la violencia terrorista, como Santutxu, en la margen derecha de la ría, y el casco viejo de la ciudad. Caminé desde el Museo Guggenheim –epicentro de la resurrección de la ciudad– hasta el lugar donde nacieron los más crueles y sanguinarios miembros de ETA, como Mikel Garikoitz Aspiazu, mejor conocido como Txeroki, condenado a 377 años de prisión. Pasé por Ziburu, el bar donde éste servía tragos antes de convertirse en el jefe militar de la banda terrorista, y llegué hasta la calle Juan Gardeazábal, donde se crio. En todos lados, comercios abiertos y mesas llenas. Significativo es que muchos locales anuncien música rock y comida internacional y tengan letreros en inglés, cosas con las que ETA, en su furor nacionalista, hubiese acabado en cualquier instante. La tintorería Fast and Clean y el supermercado Simply, instalados en aceras opuestas de la calle Santutxu, disfrutan la fortaleza económica de la ciudad. En tiempos buenos ser el barrio más densamente poblado de Europa tiene sus ventajas. Poco queda de la propaganda filoetarra que hace apenas unos años llenaba las paredes de Santutxu. Apenas unos cuantos carteles carcomidos por el sol. Los terroristas de ayer, liberados de prisión, cuentan en documentales en Netflix y otros formatos cómo aquello a lo que dedicaron su juventud no valió la pena para nada. La ideología que mataba y producía pobreza se terminó con la aplicación de las reglas básicas que han mostrado su capacidad a nivel internacional de generar desarrollo y prosperidad, sobre todo cuando se hace con paciencia: Estado de derecho, seguridad jurídica, libre competencia e innovación. A Bilbao le tomó dos décadas lograrlo. Hay quienes, en otras latitudes, tiran la toalla al cabo de cinco años y alegan que la falta de resultados es una razón para volver a implantar políticas económicas proteccionistas que de sobra han probado su ineficacia.