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06:45 martes 31 marzo, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Cara a cara con el virus
El Día de la Enfermera y del Enfermero se celebra en México cada 6 de enero. En 1931 se eligió esa fecha porque se consideró que la tarea que realizan es como un regalo de reyes para quienes tienen que pasar algunas horas o varios días en la cama de un hospital. En este momento y en los que están por venir serán ellas las que verán el rostro del coronavirus por medio de los infectados que requieran internamiento hospitalario. Conocerán de primera mano su agresividad y cómo se ensañará con los más vulnerables. La carga de trabajo que viene para enfermeras y médicos –como ha ocurrido en China, Italia y España– será equivalente a lo que se vive en tiempos de guerra: centenas de enfermos que son atendidos en el campo de batalla con los medios posibles —abundantes o escasos. A diferencia de estar en medio de una conflagración bélica, el enemigo no ataca y se va. El Covid-19 se queda en el enfermo y fácilmente se traslada a otro organismo vivo para agredirlo. Enfermeras y médicos son precisamente los que tendrán mayor riesgo de contagiarse. Li Wenliang, el médico chino que en diciembre pasado fue el primero en señalar la existencia de un virus potencialmente mortal parecido al SARS, murió a principios de febrero luego de contagiarse por atender a pacientes en Wuhan. Agobiada por el estrés, hace una semana una enfermera italiana que había contraído el coronavirus se quitó la vida ante el temor de haber contagiado a demás personas. En Gran Bretaña, los trabajadores del sistema público de salud son objeto de reconocimiento público por la ciudadanía; para ellos se han organizado jornadas de aplausos. En México, por el contrario, enfermeros y médicos han expresado miedo y reclamos. Miedo a introducir el virus a sus casas y reclamos para que la autoridad los dote de las herramientas necesarias de protección. De parte de la sociedad, hasta ahora ha destacado la agresión sufrida por enfermeras en Jalisco. Si las ven con uniforme, a algunas no las dejan subir al transporte público o las bajan; en un caso, a una le reciaron agua con cloro. Datos del Inegi de 2015 refieren que en el país laboran 475 mil enfermeras y enfermeros. Para la Organización Mundial de la Salud, el país requiere una cifra 50% mayor (255 mil más). Lo recomendable es que existan 6 por cada mil habitantes, pero en México el promedio es de 3.9 por cada mil habitantes. Desde este momento, antes de que empiece lo más grave, hay que reconocer a los profesionales que estarán cara a cara con el coronavirus. En esta crisis, el personal del sistema de salud público y privado serán los héroes.
Frentes Políticos 31 de Marzo de 2020
1. Equipazo. No hay duda de que con las estrategias impulsadas por el gobierno federal no sólo se disminuirá la propagación de la pandemia del COVID-19, sino que se garantiza la atención de todos los contagiados. Es imperioso, entonces, reconocer a quienes lo hacen posible. La visión para combatir la enfermedad que tiene en señales de alerta a todos los países es acertada, con la reconversión de hospitales para disponer de más camas. El buen trabajo y la visión corresponden a Zoé Robledo, titular del IMSS; Luis Antonio Ramírez Pineda, director del ISSSTE; el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional; el almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina, y Hugo López-Gatell, el subsecretario de Salud. Un esfuerzo jamás antes visto. Y con la participación de la sociedad, pronto sólo será un recuerdo.
2. Resbaladizo. No han sido buenos días para Luis Miguel Barbosa, el gobernador de Puebla, quien sigue tropezando. Primero aseguró que los pobres, grupo en el que asombrosamente se incluyó, era inmune al coronavirus; después dijo que el antídoto para el COVID-19 era un mole de guajolote, declaración que causó carcajadas a nivel internacional. Y ahora acusó que el procurador federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, no ha atendido su llamado para revisar medidas para evitar el alza de precios. Por algo será. “No me contesta el chocante, a pesar de que lo conozco hace años, fuimos diputados en el 2000, pero es un chocante… ¡me vale!”, dijo. De lo que no se ha percatado es de que, con la investidura, lo convierte en fuente oficial, y lo único que hace cuando abre la boca es etiquetarse como el bufón de la semana. No sea “guajolote”, gobernador.
3. Calma. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que el país tendrá una epidemia larga, que podría extenderse hasta septiembre, lo cual dependerá de que la sociedad siga las instrucciones de la Secretaría de Salud. “Una de las medidas más importantes es que masivamente, cuando hablamos masivamente hablamos de millones de personas, se queden en casa, es una frase muy simple que resume lo que se necesita hacer: quédate en casa. Es la acción que nos va a permitir que millones de mexicanas y mexicanos, y personas de otras nacionalidades que están en el país no contribuyan a contagiar”. La cuarentena tiene un tema que no debemos dejar a un lado: la violencia intrafamiliar, que podría incrementarse. Los mexicanos, todos, debemos tomárnoslo con filosofía: todo estará bien.
4. Buscando simpatías. Ante la crisis que enfrentan distintas empresas a causa del COVID-19, el gobierno de Nuevo León anunció la exención del Impuesto Sobre Nómina a 35 mil empresas durante abril, mayo y junio. El tesorero del estado, Carlos Garza, acompañado del gobernador Jaime Rodríguez, detalló las medidas de apoyo. “Que no solamente sea trasladar el pago de impuestos, sino exentar del pago de impuestos a estas 35 mil empresas, porque de nada sirve trasladarlo, de todas formas la planta productiva va a seguir limitada y entonces lo único que hacemos es cobrarles después”, señaló el mandatario estatal. Esta medida, dijo Rodríguez, hará que el gobierno tenga un déficit presupuestal. El Bronco garantiza así que un importante sector le dé las gracias. Ésa es su ganancia. Así le salga cara.
5. A fondo. Mientras en algunas regiones se trata de no llegar a los límites de un toque de queda, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, informó que a partir de hoy martes nadie deberá permanecer en las calles, con el fin de evitar que se dispare el número de casos confirmados de COVID-19. “Va a estar prohibido andar deambulando en las calles sin ningún motivo, no se vayan a sorprender porque la Policía o la Guardia Nacional o el Ejército, la Sedena, se acerquen y les digan que qué andan haciendo”, expresó. Refirió que también las playas de todo Baja California permanecerán cerradas, al igual que centros comerciales que no tengan en su interior un supermercado. Cada gobernador con su estilo. Entendámoslo, no son vacaciones.