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Seamos claros, quien hoy lleva la ventaja es Morena, no por nada se le ve como el enemigo a vencer en las próximas elecciones
00:07 miércoles 18 noviembre, 2020
EN LA OPINIÓN DE ERIKA SALGADOLas coaliciones nunca han sido un tema fácil, se requiere de negociaciones, de ceder pensando en que de una u otra forma algo se ganará. Pero para convencer se necesitan argumentos sólidos, lo suficientemente persuasivos como para que la otra parte se convenza de que es la mejor opción o la única manera de obtener un beneficio. Desde que se planteó la coalición de Morena con el PVEM olía a problemas y muy serios, desde antes de nacer ya venia rota y muestra de ello fue el zafarrancho que se vivió en el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, pero eso era sólo el principio. En esa alianza había uno que ganaba y otro que perdía y esas posiciones no correspondían a quien aportaba más a la suma. Seamos claros, quien hoy lleva la ventaja es Morena, no por nada se le ve como el enemigo a vencer en las próximas elecciones. La figura presidencial mantiene a su movimiento fuerte, aun sin estructura en los estados, Morena se sostiene sobre los hombros de Andrés Manuel López Obrador que, pese a todo, mantiene un considerable nivel de aceptación entre la población. Si, es cierto, el país se ha dividido entre los que están con él y contra él, pero AMLO mantiene, hasta ahora su fuerza y se la comparte a Morena. Por el contrario, el Partido Verde Ecologista de México, en San Luis Potosí, ha ido de escándalo en escándalo, con lideres y diputados señalados de corrupción, de acuerdo con datos de organismos como Ciudadanos Observando, sobreviviendo precisamente gracias a las alianzas y coaliciones y sin aportar algo significativo a la vida democrática del estado. En ese escenario, poco tenía para negociar el Verde en la coalición con Morena, no estaba para ponerse sus moños como dicen popularmente, pero llegaba a la mesa de negociación con un gran peso, tender que imponer a su candidato, porque así tenia el pacto con el aspirante Ricardo Gallardo, que, si se iba con ellos, vaya usted a saber a cambio de qué, lo harían su candidato a gobernador y el candidato de Morena. El PVEM daba por hecho que llevaban la de ganar porque se verían beneficiados por los acuerdos nacionales, que ya de rebote les servirían para sus fines, pero no contaban con que en Morena puede haber falta de estructura pero que tontos no son y no están dispuestos a comprarse pleitos ajenos. Muestra de ello, la decisión del Consejo Nacional de Morena de romper los acuerdos con el Verde en San Luis Potosí, precisamente porque no estaban dispuestos a permitir que alguien más pusiera al candidato y además un candidato que por decir lo menos, les traería muchos problemas. Más allá del nombre y apellido, el Verde pecó de ingenuo pensando que Morena le entregaría su capital de credibilidad, así como así, dejando que fueran ellos quienes ganaran cuando no tenían mano con qué negociar, vamos que el acuerdo era de quien tiene todas las de ganar con alguien que apenas tendría posibilidad de sumarle, ¿por qué habrían de dejar que fueran ellos quienes pusieran al candidato? Les ganó la ambición a los verdes y se quedaron frotándose las manos, porque Morena es fuerte sin el PVEM pero el Verde no aspira a nada sin Morena. Morena no se iba a comprar problemas ajenos y hace bien, porque a diferencia del verde, no tiene necesidad, al partido del presidente le sale incluso más barato perder una elección estatal que tener que cargar con un desgaste más, ya bastantes problemas tienen como partido en el poder. El Verde se ha quedado sólo y va a tener que pagar por sus actos, esta ruptura le puede costar mucho, porque candidatos van y vienen, pero el daño de salir mal de una elección puede llevar a un partido a su ruina, ya muchos malos negociadores hemos visto que luego andan rogando mantener su registro. Primera lección de este proceso electoral cuida con quien, y con qué estás
negociando porque el blofeo en las cartas como en la política, te puede hacer ganar una vez, pero tarde o temprano la ambición te puede costar muy cara. Con este rompimiento Morena mantiene su argumento de coherencia, nada ha perdido, y en una de esas, hasta le salió mejor, eso si, siempre y cuando mantenga su distancia con el PVEM y obviamente su desicion de aquí al 5 de enero, ya que si la militancia estatal se descuida, le podrían salir con alguna mala broma formalizando una alianza.