La entrega número 90 de los premios Oscar estuvo caracterizada por ser, quizá, la más incluyente de la historia. Y una de las pruebas es el gran número de mexicanos presentes en el escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles. Una de esas mexicanas fue Lupita Nyong'o, quien por cierto, negó a México al abrir su discurso de presentación diciendo "Yo soy de Kenia". Y aunque nos duela, Lupita Nyong'o tiene muchísimas razones para no indentificarse como mexicana. En primer lugar porque sus padres son kenianos y vivían aquí cuando ella nació porque eran refugiados políticos. Después ella regresó a Kenia y se fue a Estados Unidos, donde ha vivido gran parte de su vida. Pero la razón primordial es porque Lupita Nyong'o sufrió racismo en México. Ella misma lo confesó en una entrevista para la revista Elle: “La gente nos detenía y nos tomaba fotografías solo porque éramos de color y era la época durante esa difícil fase adolescente cuando estás tratando de entrar en ti y tratando de formar tu propio camino, pero estás inseguro donde te encuentras. Eso me devastó”, dijo Lupita, quien ahora es una de las actrices más destacadas de Hollywood. “Si prendes la televisión y no te ves reflejada en sus programas, te vuelves invisible. Y era poco lo que yo veía que me reflejara en la TV, las películas o las revistas. Los estándares de belleza occidentales afectan a todo el mundo y estamos en una sociedad que no valora la piel oscura”, señaló la actriz. Y si nos ponemos a pensar la verdad es que tiene algo de razón; en México imperan el clasismo y el racismo en todas clases sociales.