El papa Francisco rechazó el jueves la renuncia presentada por el cardenal alemán Reinhard Marx por un escándalo de abusos sexuales en la Iglesia, aunque dijo que debe iniciarse un proceso de reforma y que todos los obispos deben asumir la responsabilidad por la “catástrofe” de la crisis. Francisco escribió una carta a Marx en respuesta al inesperado anuncio del prelado la semana pasada de que había presentado su renuncia como arzobispo de Múnich y Freising por la mala gestión de los casos de abusos en la Iglesia. El pontífice rechazó la renuncia y dijo a Marx en la carta que debe continuar en su puesto de arzobispo. El papa añadió que en lugar de eso debe haber un proceso de reforma “que no consista en palabras, sino en actitudes que tengan el valor de ponerse en crisis, o de asumir la realidad sin importar las consecuencias".

La misiva, escrita originalmente en español y con un tono informal y fraternal, pareció darle a Marx el respaldo papal para seguir adelante con la polémica reforma de la iglesia alemana que comenzó como respuesta a la crisis de los abusos y a los reportes acerca de la mala gestión de la jerarquía alemana sobre este asunto durante décadas. El proceso de reforma, llamado “camino sinodal” ha provocado una férrea resistencia dentro y fuera de Alemania, especialmente de los conservadores que se oponen a abrir cualquier tipo de debate sobre cuestiones como el celibato de los sacerdotes, en papel de la mujer en la Iglesia y la homosexualidad. La resistencia también procede del Vaticano y de obispos fuera de Alemania, incluyendo estadounidenses, que han roto con el protocolo eclesiástico al escribir ensayos críticos con el proceso de reforma alemán. -- Excélsior