Renata Zarazúa no ha tenido el mejor de los arranques en este 2021. Los resultados no han sido lo que esperaba y ha batallado para controlar los nervios en los momentos importantes. La semana pasada fue eliminada en la segunda ronda del WTA 250 de Zapopan en donde jugó en un estadio con público por primera ocasión desde hace un año.  Esta semana, en el Abierto de Monterrey, tendrá una nueva oportunidad para regresar a los andares de 2020 en donde alcanzó semifinales en Acapulco y logró acceder al cuadro principal de un Grand Slam por primera ocasión.  Creo que he vivido momentos muy felices pero la semana pasada me costó muchísimo trabajo manejar los nervios, la presión y el público. La gente ahorita espera mucho más de mí, entonces fue complicado, pero es parte de las experiencias que estoy ganando. Conforme van pasando los torneos, sea en Europa o en México, voy tomando las experiencias, creo que es lo que me está faltando porque en mi juego creo he hecho las cosas bien, me siento super bien”, mencionó Zarazúa 270 del ranking.  Esta será su cuarta participación en el Abierto de Monterrey, torneo en el que nunca ha logrado superar la primera ronda. Su duelo inicial será contra la eslovena Tamara Zidansek, a quien derrotó el año pasado en cuartos de final del WTA de Acapulco 2020.  Siempre las canchas y condiciones me gustan en Monterrey, el año pasado me fue mal en dobles, pero me quedé a entrenar unos días. Es un torneo en el que no he tenido muy buena racha, pero espero que eso se rompa este año. El año pasado me ha servido para tomarme mucha confianza y sobre todo para querer más, para no quedarme satisfecha”, sentenció. La edición 2021 del Abierto de Monterrey iniciará el lunes por la tarde con la estadounidense Sloane Stephens como la primera preclasificada y la argentina Nadia Podoroska como la segunda. Ambas se medirán a jugadoras provenientes del torneo clasificatorio.  EXCÉLSIOR