Washington DC, Estados Unidos.- El representante de Texas Blake Farenthold usó 84 mil dólares de fondos de los contribuyentes para revolver una acusación por acoso sexual, uno de los seis acuerdos laborales logrados por el legislador que suman una cantidad total de 359 mil 450 dólares. Los detalles sobre los acuerdos se dieron a conocer este viernes después de que la Oficina de Cumplimiento del Congreso estadounidense respondiera a las solicitudes de información del Comité Administrativo, como parte de una investigación sobre acoso sexual en el Capitolio. Desde 2013, el caso por acoso de Farenthold fue el único resuelto por la Cámara, de acuerdo con la Oficina de Cumplimiento. En 2014, Lauren Greene, ex directora de comunicaciones del congresista, lo acusó de hacer comentarios de manera regular para medir su interés en una relación sexual, incluso con insinuaciones sobre fantasías sexuales sobre ella. Los detalles sobre las agresiones contra Greene se conocían varios años antes de que interpusiera una demanda contra el legislador en la que alegó que su despido fue ilegal, ya que derivó de una serie de quejas por los malos tratos. La ex vocera acusó al congresista y a su jefe de personal, Bob Haueter, de tomar represalias contra ella después de sus quejas sobre un ambiente de trabajo hostil. Además del acoso, Greene acusó a Farenthold de beber en exceso en numerosas ocasiones, así como de que miembros de su personal que lo acompañaban en sus funciones en el Capitolio fueron identificados de manera especial para evitarle problemas. El monto por 84 mil dólares, supera la cantidad de 27 mil dólares pagada por el demócrata John Conyers, acusado también de acoso, a una ex asistente en 2015 con dinero propio y no de la Oficina de Cumplimiento. -- REFORMA