Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
La semana anterior estuvimos comentando acerca de las interrupciones, si, ese momento en que nuestro jefe, un WhatsApp, una llamada o nosotros mismos nos vemos obligados a dejar la tarea A para enfocarnos en la tarea B
02:06 viernes 17 julio, 2020
ColaboradoresLa semana anterior estuvimos comentando acerca de las interrupciones, si, ese momento en que nuestro jefe, un WhatsApp, una llamada o nosotros mismos nos vemos obligados a dejar la tarea A para enfocarnos en la tarea B y generamos un residuo en nuestro cerebro que no nos permite concentrarnos del todo en la tarea B, y peor aún, cuando regresamos a terminar la tarea A, nos encontramos con un escenario muy complicado dentro de nuestro cerebro, y eso genera mucha improductividad al interior de las organizaciones y un estrés en los colaboradores. Entonces, ¿Cómo gestionar las interrupciones?, Comentábamos acerca del estudio de Harvard, el cual propone llevar a cabo un plan de reanudación como una forma de gestionar las interrupciones, evitar residuos de atención y rendir a plena capacidad para complementar y gestionar las tareas de forma óptima, la premisa del plan es que si podemos realizar y tranquilizar al cerebro sobre nuestra capacidad de complementar la tarea interrumpida al regresar podríamos cambiar nuestra atención de manera más efectiva. Para comprobar esta idea, Harvard realizó una serie de experimentos y una vez más los participantes que comenzaron a trabajar en la tarea A y fueron interrumpidos para cambiar a una tarea B se dividieron en dos grupos, en esa parte dice Harvard que en un grupo le pidieron a los participantes que se tomaran unos minutos antes de cambiar para así preparar su plan de reactivación, en otras palabras, tomarse un minuto para anotar donde se ha quedado la tarea interrumpida, es decir, la tarea A, y que querrán hacer cuando reanuden para enfocarse al regresar, entonces cambiaron a la tarea B; a través de este experimento, se descubrió que aquellos que habían creado un plan para reanudar la tarea interrumpida sufrieron mucho menos residuos de atención y por tanto, tuvieron un rendimiento significativamente mejor que la tarea B. La recuperación de la información de la tarea de interrupción se mejoró significativamente, lo que sugiere una atención más cuidadosa a la tarea; de esa manera para las personas, por ejemplo, tienen un 79% más de probabilidades de elegir un candidato óptimo cuando la tarea B les pidió evaluar los perfiles para un puesto de trabajo, revelando una mejor toma de decisiones cuando se trata de información compleja. No tenemos que sucumbir pasivamente a los efectos negativos de las interrupciones inevitables, en particular, el plan llevó a los participantes menos de minuto y sin embargo arrojó beneficios significativos en su rendimiento y efectividad de la tarea. Esta práctica simple y breve de evaluar donde se encuentra uno en una tarea interrumpida y planificar brevemente el retorno a la misma ayuda al cerebro a sentirse más cómodo al dejarlo de lado y cambiar la atención a una demanda interrumpida. Twitter: @AndradeO77