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El año 2017 fue uno de los más críticos en materia de inflación, pero los potosinos la sentimos más, gracias a la llegada de nuevas inversiones.
23:23 lunes 5 febrero, 2018
DESDE LA REDACCIÓN SLPEl año 2017 fue uno de los más críticos en materia de inflación, pero los potosinos la sentimos más, gracias a la llegada de nuevas inversiones. Y es que no todo es miel sobre hojuelas, si bien las nuevas inversiones generan un efecto positivo sobre todo en la generación de empleos, también encarecen productos y servicios, especialmente la vivienda y la educación. Los datos de la consultora Mercer son claros. Actualmente San Luis ocupa el lugar número 14 entre las 42 ciudades más caras por su costo de vida. El dato es alarmante si se considera que hace dos años San Luis estaba en la posición número 26. De la región Bajío solo Querétaro es más caro. León y Aguascalientes son ciudades más baratas para vivir. Pero lamentablemente mientras el costo de vida encarece, los salarios son cada vez más pírricos. No solo se pierde poder adquisitivo, sino que los potosinos ganan menos. Según información obtenida del INEGI cada trimestre aumenta el número de potosinos que ganan un salario o entre uno y dos salarios mínimos, mientras el número de personas que ganan más 5 salarios mínimos baja cada que el INEGI elabora la ENOE. Mientras el costo de vida aumenta, los salarios van a la baja. Cosa que no ha sucedido en Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes. Allá el salario ha crecido a la par del costo de vida. En San Luis el sector manufacturero y el de construcción son los que ofrecen los mejores salarios, mientras que el comercio y quienes se dedican al campo pagan cantidades miserables. Se entiende que el sector primario pague poco, por su falta de tecnificación, pero el comercio, que ocupa a miles también paga cantidades mínimas. Muchos pagan un salario a empleados, aunque parezca increíble. Esto ha provocado que en una economía de competencia muchos comercios se hayan quedado rezagados, porque el servicio al cliente importa muy poco y la rotación de personal es muy alta. Urge que las autoridades se pongan las pilas, porque no todo es generar empleos, hay que cuidar que sean de calidad y que el desarrollo económico mejore la calidad de vida de todos.